Capítulo 13: Al final eres tú quien alegra mis días

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Nada más hermoso que despertarte con los estruendosos pitidos de los carros, o con la calurosa y cegadora luz del sol... Era casi como un deleite.

Quizá ese era el porqué, Xue Yang se despertaba de muy mal humor.

Tranquilo Xue Yang. No Mates a nadie... Aún.

Xue Yang claramente no necesitaba de una alarma, al ser la gente y la sofocante luz, los que peturbaban completamente su sueño.

Frotó sus ojos un par de veces tratando de acostumbrarse a la luz. Quien diría que, al abrir sus ojos, quedaría más ciego de lo que la luz lo había dejado, encontrándose a solo unos pequeños centímetros del rostro de Xiao XingChen.

Bien dicen que la belleza, ciega(1)

Incluso un bostezo quedó atascado en su garganta, obligandose a tragarlo. Comenzó a alejarse lentamente, tratando de llegar hasta donde la pared se lo permitiera, lo que no sabia /o no recordaba/ es que se había quedado en el lado de Xiao XingChen, y antes de darse cuenta, encontró el suelo.

Cayó con tal fuerza que, incluso podía decir que sintió el suelo temblar, o quizá solo era por el golpe que se habia dado en la cabeza y el repentino giro de escena, que lo había dejado con un mareo.

Mejor prefería guardarse la pregunta de "¿Alguna otra cosa que me quiera pasar?" Antes que de verdad le pasara otra catástrofe.

Ante el ruido, Xiao XingChen parpadeó un par de veces antes de abrir los ojos. Por instinto palmeó el lugar que ahora se encontraba vacío.

Con voz adormilada preguntó—. "A-Lian?".

– "Aquí abajo".

¿Abajo?

"¿Que haces ahí?".

– "Yo... Olvidé por completo que me quedé dormido donde a Daozhang le corresponde".

No era necesario explicar para saber lo que había ocurrido. Xiao XingChen preguntó con genuina preocupación.

"¿Te encuentras bien? Dejame revisarte".

– "Estoy bien".

"Igual dejame hacerlo".

Xue Yang se levantó de su lugar, sacudió sus ropas y se sentó a la orilla de la cama.

"¿Donde te golpeaste".

– "Detrás de la cabeza". —Xiao XingChen examinó el lugar, y definitivamente encontró un lugar abultado y caliente".

"Duele?".

Xue Yang negó.

– "Ya estoy acostumbrado al dolor".

Xiao XingChen se sorprendió por sus palabras, encontrandolas un poco extraña, pero dolor o no, tenían que tratarlo.

"Tengo una compresa fría. Iré por ella". —Xiao XingChen se levantó de la cama, dirigiéndose al refrigerador. Xue Yang obviamente no se lo negó, sabiendo que el mayor insistiría en tratarlo. No pasó mucho tiempo cuando regresó con una bolsa en sus manos. Buscó el golpe y recostó la bolsa.

Xue Yang se quejó. – "Helado".

"Aguantalo un poco, por favor".

Xue Yang exhaló pesadamente.

"¿Que sucede? No pareces tener buen humor, ¿fue por el golpe?".

Xue Yang negó.

Solo Un Instante - [XueXiao]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora