–Veamos una película romántica –murmuró Owen mientras miraba la cartelera.
–Ni hablar –reí mientras también analizaba la cartelera–. Veamos una de terror.
–¿Qué tal algo de acción? –opinó Bloo.
–¿Qué tal algo de trabajo? –irrumpió Loopy.
–¡Loopy! –exclamé ya que me había tomado por sorpresa.
–¿Qué haces aquí? –cuestionó Bloo.
–Nos aburrimos en la oficina así que salimos a distraernos –comentó Nafla al llegar.
–¿Vinieron todos? –cuestionó Owen mirando a lo lejos.
–Sí, Niahn, West y Andy se quedaron comprando helados –respondió Loopy mientras miraba la cartelera–. Quería ver esa película –señaló.
–Entonces veamos esa –sonreí ya que se trataba de una película de terror.
–Empieza en cuarenta minutos –explicó Nafla–, así que podremos acabarnos los helados mientras esperamos –sonrió.
–De acuerdo –aceptaron al unísono los demás.
Owen y Bloo hicieron la fila para comprar los tickets mientras yo iba hacia una mesa con los demás chicos.
–Iré a comprar un helado para nuestra Bambi –dijo West al saludarme.
–No es necesario –le sonreí–. Necesito hacer dieta.
–¿Dieta? –cuestionó Bloo al llegar y me abrazó por detrás deslizando sus manos por mi vientre hasta que dio un pellizco–. Me gustan estos kilitos demás –rio.
–Suéltame... –me quejé con incomodidad.
–Solo bromeo –Bloo susurró a mi oído sin soltarme.
Aunque Bloo no hubiera intentado ofenderme con aquella broma, había despertado mi inseguridad.
–No estás gorda Bambi –comentó Andy aparentemente sincero.
–Solo tiene relleno extra –sumó Owen entre risitas al llegar y dejó una bandeja extra grande de nachos con queso sobre la mesa–. Cuando era pequeña, su carita era toda una bolita rechoncha –pellizcó mi mejilla.
Todos carcajearon ante el comentario y yo aparté deprisa la mano de Owen de mi mejilla.
–Y tú eras tan feo, flaco y estirado –ataqué frunciendo el ceño.
–No es cierto, yo siempre fui muy guapo. Todas las niñas se morían por mí.
–No es cierto –hice una mueca.
–Niños no peleen –mencionó Loopy entre risitas mientras tomaba nachos al igual que los demás.
–Come –Owen estiró un nacho hacia mi boca.
Rodeé mis ojos y abrí ligeramente mi boca, él insertó un nacho como si se tratara de una alcancía, acción que fue graciosa para todos y reímos.
Transcurrieron treinta minutos y la bandeja de nachos había quedado solo con migajas, a eso se le sumaban hot-dogs y refrescos. Siempre envidié a Owen por comer como si tuviera un pozo sin fondo en el estómago y no engordar un solo centímetro. Además, los otros chicos no contribuyen a mi autoestima, se verían como un esqueleto andante de no ser por la ropa holgada que usan.
–Creo que deberíamos ir hacia la sala –Nafla se puso de pie–, la película empezará pronto.
–Si vamos –acordaron todos.
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RUDE
Short Story"Sé que no soy buena para ti, ni tú lo eres para mí, pero ¿Qué debo hacer si te amo? Y tú... ¿Me amas?" ----------------------------------------------------------------- Una historia original y completamente escrita por GabyO Todos los derechos rese...