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La sorpresa de tenerlo allí frente a él era demasiado evidente y el contrario se había dado cuenta desde que los había invadido aquel silencio incómodo.

- Ho-Hola Hobi - saludó extendiendo su mano hacia el dueño de la casa.

- Kookie ¿Qué... Qué haces aquí? - preguntó con gran confusión por la pronta visita de su amigo.

- Bueno, ¿Recuerdas que había dicho que te haría una visita? - su voz sonaba emocionada y se notaba aquel brillo de alegría en sus ojos - no pude aguantarme y por eso vine a verte - añadió sonriendole a su mayor.

- Ah, gracias - contestó aún con incomodidad, le preocupaba el echo de que TaeHyung no se encontrara en la casa - ¿Gustas pasar? - continuó mientras lo invitaba a ingresar a su hogar.

- Te lo agradezco Hyung - agradeció pasando por el lado derecho del Omega - lo siento por lo de Hobi - continuó bajando su vista al suelo - por momentos olvidó que eres mí Hyung - recordó pasando por sus cabellos.

- No debes preocuparte por ello, puedes decirme Hobi, así como yo puedo decirte Kookie - habló dándole confianza como en los viejos tiempos - ven siéntate en el sofá, prepararé café - le informó cerrando la puerta y acompañándolo hasta la sala.

- Gracias Hyung - contestó el joven brindandole una reverencia - ¿Quieres que te ayude con el café? - preguntó sin sentarse.

- No es necesario gracias - acotó invitándolo nuevamente a que tomara asiento - ya lo tenía preparado, solo tendré que calentarlo - añadió con una extraña sonrisa que demostraba tristeza.

- ¿Hobi Hyung? - el nombrado volteó al escuchar su nombre - ¿Sucede algo? lo noto un poco raro - añadió observando como el Omega guiaba su vista al suelo de la sala.

- No Kookie, para nada - mintió el muchacho intentado brindar tranquilidad - todo está genial - concluyó abandonando la sala y dirigiéndose a la cocina.

Aquello era algo sumamente extraño. Por lo que JungKook recordaba su Hyung jamás utilizaba la palabra "genial" para dar a entender que todo estaba bien; casi siempre le decía que todo estaba de maravilla o que estaba sumamente feliz y ahora no había escuchado ninguna de aquellas dos frases.
De todos modos no lo presionaria. Conocía a su Hyung, y si este se sentía presionado a contar algo se encerraria y no hablaría ni aunque su vida dependiera de ello.
Así era el Omega HoSeok. Un terco en eso de ser abierto con sus sentimientos.

Observó con detenimiento la sala, era un lugar muy cálido y lleno de amor, eso se notaba.
Al parecer su Hyung y TaeHyung habían creado un hermoso hogar juntos.
Y eso también lo reflejaba las hermosas fotos familiares que se hallaban colgadas en la pared.
En ellas se veía un hermoso Omega siendo abrazado por un bello Alfa acompañados de dos pequeñines. En otra se apreciaba solo a la pareja y en otra se podían apreciar solo a los dos pequeños niños.

Se levantó del lugar donde estaba y comenzó a repasar una por una aquellas fotos. Realmente eran bellísimas.
HoSeok realmente había logrado conseguir aquella felicidad que su corazón tanto anhelaba.

Entonces llegó a una foto en donde el Omega se encontraba sólo y pasó sus dedos sobre ella.
El Omega era un ser realmente hermoso. Demasiado a decir verdad. No pudo evitar esbozar una sonrisa al apreciar los ojos de su Hyung en aquella foto. Le fascinaba ver aquel brillo en los ojos de su mayor y le recordaba aquella época en donde ambos compartían tiempo juntos.

Se sobresaltó al escuchar a su Hyung entrar a la sala con una bandeja con dos tazas de café y un pequeño azucarero y no dudó ni un segundo en ayudarlo.

Se sentaron ambos, uno frente al otro en la comodidad de la sala y por unos momentos HoSeok agradeció el tenerlo como amigo.

- ¿Y los niños? - se atrevió a preguntar el joven frente a él mientras buscaba con desesperación los ojos de su mayor.

- Ellos están paseando por el pueblo - contestó el contrario acercando una de las tazas de café hasta sus manos - espero no esté muy amargo, suelo olvidar cuantas cucharadas de azúcar debo colocar en el café - se excusó tomando la taza que le correspondía y soplando el líquido amarronado.

- No se preocupe Hyung - habló tomando el azucarero y acercándolo hasta su taza - seguro TaeHyung Hyung debe tomarlo amargo - añadió intentando que la conversación con su mayor no fuese tan incómoda.

- Realmente no es así - dijo el Omega dibujando una sonrisa en su rostro al recordar a su esposo - a Tae le gusta el café dulce - continuó mientras observaba atento los movimientos del Alfa frente a él.

- Igual que a ti - aseguró el muchacho mientras dejaba el azucarero nuevamente en el medio de la bandeja y revolvía su propia taza.

- No lo has olvidado - se sorprendió el Omega al escuchar las palabras del contrario.

- ¿Cómo podría hacerlo Hyung? - preguntó el menor acercando la taza a sus labios para beber el contenido de ésta - pasé años de mí vida aprendiendo a hacer un buen café para usted - le recordó con una sonrisa sincera cargada de felicidad.

- Debió de ser una tortura para ti, ¿No es cierto Kookie? - habló concentrándose en el líquido de su taza.

- Todo lo contrario Hyung - acotó colocando la cuchara pequeña sobre la bandeja - gracias a eso me volví un experto haciendo cafés - recordó con alegría acomodando su cabello con su mano - y mamá está orgullosa de eso - añadió mirando a su mayor a los ojos.

- Que bueno Kookie me alegra mucho por ti - lo felicitó bebiendo un poco de su café.

- ¿Hyung? - lo llamó el joven captando su atención - me dirá que le está sucediendo - continuó dejando su taza de café - sé qué no está feliz - acotó con un poco de curiosidad.

- Soy feliz - se defendió el Omega observando al Alfa a los ojos - ¿Por qué preguntas eso? - añadió con cierta inquietud.

Y allí estaba la incomodidad. Aquella bendita incomodidad que tanto aborrecía. Él solo pretendía tener una conversación con su Hyung, como aquellas que compartían cuando eran más pequeños, pero se había dado cuenta que algo había cambiado por completo en su mayor luego de haber sufrido aquel accidente.
Quería recuperarlo. Quería recuperar aquella confianza que solía tener con él desde que se había dado cuenta que lo amaba.
Y la recuperaría.

No importaba lo que tuviese que hacer. Pero el recuperaría la confianza que siempre había tenido con su Hyung.

The beast and HoSeok [Vhope Omegaverse]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora