PROSTITUTA

EL INICIO DEL INFIERNO

Mi vida siempre fue un infierno, pero para contarles mi historia primero tengo que decirles mi nombre soy Sakura haruno, soy una prostituta hija de una prostituta desde que tengo memoria e vivido con mi madre, siempre llegaba drogada y maldiciendo su vida y a mi que se la arruinaba más recuerdo que la aropaba y la besaba en la frente a pesar de todo la amaba, ella medio la vida a pesar de todo tenía comida no tan buena pero había comida, una señora me cuidaba de ves en cuando era una señora mayor que me leía cuentos cuando mi madre no estaba en casa una vieja infeliz abandonada por sus hijos que descargan su amor en mi,  yo la queria  como mi abuela recuerdo que aveces mi madre llegaba con hombres y yo corría a casa  la anciana y dormía en su casa

          Flashback

Saku_ tenía hambre mi mamá no dejo nada y me empezaba a doler el estómago, una noche sin comer,  apesar de tener 5 años sabía que no debía molestar a mi mamá aparte como hacerlo si ella no estaba, cuando estaba por dormirme escuché que la puerta del departamento se abría me levanté tal ves mamá trajo al de comida sonreí  cuando estaba por salir escuché la voz de dos hombres y a mi madre con ellos, tuve miedo sabía que no debía salir escuché como ella los invito a su recámara me asome poco a poco asta que vi que se metieron con cuidado salí fuera del departamento sin que me escucharán, fui así el de Kaede la anciana toque su puerta asta que abrió

Kaede_ pero mi niña ¿que ases levantada a esta hora?

Saku_ es que mamá vino con unos hombres y tenía miedo lo dije con lágrimas y no mentía, una ves un hombre de los que trajo quiso tocarme desde ese día me escondía o venía donde Kaede ¿me podría quedar contigo hoy? la miré suplicante

Kaede_ ven pasa mi niña le sonrió que bueno que veniste sabes que siempre te recibiré

Saku_ cuando esta vamos dirigirnos a su recámara mi estómago sonó, tenía mucha hambré

Kaede_ ¿ya comiste?

Saku_ no, es que no había nada en casa  la mire triste

Kaede_ vamos te daré un vaso con leche y pan  ya mañana te daré un rico desayuno

Saku_ ¡en serio abuelita! Sonrrei contenta al saber que al menos tenía a alguien que me quería,  fuimos ala cocina y comí después de terminar nos fuimos a su recámara, me acosté a su lado ella me abrazo y me canto una canción como deseaba que mi madre fuera la que me cantará y me dijera esas palabras de amor,  me dolía pero no podía hacer nada  poco a poco me dormí con la canción, la mañana fue divertida y Kaede preparo hot cakes yo le ayude pero como todo lo bueno tenía que acabar yo tuve que regresar al apartamento, me dolía regresar era frío y sucio me despedí de Kaede ya me tengo que ir no quiero que mamá se enoje

Kaede_ claro mi niña cuando quieras ven yo te esperaré sonrió

Saku_ claro abuelita me despedí de ella y entre a mi apartamento, cuando llegue mi madre estaba acostada en el sofá con una botella de licor a su lado fui por una sábana y la arrope después me fui a mi recámara y mire por la ventana en las calle se veía alas personas ocupadas yendo y viniendo, vi a unas madres con sus hijos y como les daban amor no mentiré si digo que no sentía envidia solo los mire imaginando una vida feliz como ellos

Fin del  flashback

Saku_ esos recuerdos que eran lo único mío, con el paso de los años mi madre se volvió violenta al punto de golpearme sin razón, Kaede me atendía si no fuera por ella los golpes serían más doloroso y hace tiempo que yo uniera escapado, no entendía como mi propia madre me odia no se supone que los padres aman y protegen a sus hijos ¿por qué mi madre no me amaba? ¿por qué no había palabras de amor? O ¿caricias? es que encerio¿ yo era un error? ¡Cómo ella me decía! Cada palabra cada golpe era un pedazo de mi corazón que se rompía, pero yo la amaba si amaba a mi madre ¿por qué ella no me amaba a mi? Cuando ella dormía por estar demasiada borracha o drogada yo iba a su cama y me acostaba un rato con ella la abrazaba y le decía lo mucho que la quería, aveces lloraba junto a ella pidiéndole que me quisiera a un que fuera un poquito, le decía que sería una buena hija con tal que me quisiera cuando veía que ella iba a despertar me alejaba y me iba a mí cuarto a llorar asi paso los días los meses y los años cuando cumplí los 10 años Kaede me hizo una cena y pastel