ánhelo de amor

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Su asquerosa visita y atroz mandato me dejó sin una sola pizca de sueño, debía matar a un famoso en menos de veinticuatro horas o la vida de mi helena se iría de mis manos

Atraves de la ventana observe como la noche escarlata era sustituida por nacientes rayos del sol

Ese efecto que había visto miles de veces ahora eran una sentencia para mí amada, si no hacía algo o más bien pensaba en algo me la quitarían de nuevo, la iba a perder.

escuche sus pasos en las escaleras, estaba bajando, ella venía hacia mi.  Entonces como si de morfina se tratara su dulce voz calmo mi tormento

- Jonh, cariños ¿Todo está bien?
- si,ahora  estás aquí
Sus mejillas se tornaron rojas, parecían pequeñas manzanas que ansiaba comer, ella con una sonrisa avergonzada se acercó a mi y con sus dulces labios mi angustia controlo

- Siempre voy a estar contigo Jonatan

Esa frase apuñaló mi corazón de una manera cruel y amarga, quería creer anhelaba creer en sus palabras pero cuando creí en esa promesa vacía ella murió ella me abandono y sin quererlo rompió su promesa

Sentí sus manos cálidas sobre mis mejillas ese calor me hizo regresar a la que ahora era mi realidad

- Jonathan, mi amor ¿Te sientes bien mi vida? ¿Quieres que llame al medico?

Escuche su dulce voz más en mi desconcierto no pude entender sus palabras

-¿Qué?

- muy bien cariño levántate iremos al médico llamaré a la universidad para avisar que no iré

En cuanto entre en cuenta de la escena que había provocado gracias a mi distracción me puse de pie, con mis manos tome las de helena deteniendo la histeria   naciente en ella

-helena, cariño, estoy bien solo estaba pensando en un nuevo caso que llegó a la oficina

- ¿Seguro que es eso Jonh?

-si, tranquila ve a hacer tu examen ahora lo que importa es tu futuro
Bese su cabeza mientras con los brazos rodeaba su cuerpo, olí su cabello su olor era tan Dulce casi adictivo

Separé nuestros cuerpos y después de una despedida temporal ella salió por la puerta con una enorme sonrisa.

En cuanto se marchó yo puse manos a la obra, me vestí y salí de casa, si quería hacer este trabajo bien y sin dejar huellas tendría que recurrir a mi siempre  fiel equipo

Salí de mi hogar para entrar en una metrópoli de egoísmo y avaricia en donde si no te cuidabas todos atacarían a tu cuello hasta matarte,
En donde cada vez respirar es mas difícil y tóxico

Camine sin mirar a esos farsantes que pasaban a mi lado,esos mentirosos que caminaban con sonrisas forzadas.

Llegué a un pequeño establecimiento uno de los lugares más puros en este mundo tan egoísta, saludé al hombre tras la barra el cual no tardó en recibirme con los brazos bien abiertos

-¡Jonathan! ¿Que haces aquí tan pronto?

-lo mismo que siempre Zac, trabajo

Zac se veía confundido, con el ceño fruncido levanto una parte de la barra para permitirme el paso.
Atrás de la barra había una cortina roja la cuál ocultaba unas escaleras que ascendían  a una bodega la cuál se veía decorada con las piezas de arte de uno de sus compañeros, cole

Solsticio de inviernoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora