Cap IV- prometido desaparecido

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POV  JK

Escondido entre los árboles del parque consumia un cigarrillo. No soy de fumar tanto pero ultimamente me he llevado sustos morrocotúdos cuando veo patrullas cerca de mi casa, y este vicio es lo unico que me calma ademas del alcohol.

Unos sollozos y gritos llamaron mi atención, me asomé entre toda la flora que me rodeaba, encontrando la típica relación tóxica.

-¿oficial Smith?- dije para mis adentros, discutía con el famoso abogado ese, ¿como se llamaba?... Jay Park.

Tu: estaba recogiendo los malditos archivos- gritó

Jy: aja... archivos- suspiró- le estabas coqueteando en mi puta cara- gritó

Tu: que le sonria y le pida las cosas amablemente a Sehun, no significa que le esté coqueteando, no soy como tú que pide las cosas con cara de puño y hace que las personas me vean como una estúpida narcisista, orgullosa como tú- recibió una bofetada.

Sentí impulso y la ira no tardó en aparecer, apagué el cigarro con mis dedos, para contenerme.

Jy: mira bien a quien le hablas idiota, a mi no me tratas así- la tomó de la mandibula

Tu: entonces quieres que te trate como un principe cuando tú me tratas como basura- rió- he soportado tus golpes, insultos y abusos por siente malditos años- empezó a llorar- si te comportas así ahora, no me imagino cuando sea tu esposa.

Ella se soltó de su agarre y con desesperacion se quitó aquel aro que tenia es su dedo anular.

Tu: así que toma tu anillo, el vestido de novia, y todas tus cosas, y de una vez largate de mi vida- le tiró el anillo.

Otra bofetada recibió de su parte, volteando ligeramente su rostro.

Jy: te pondras ese maldito anillo y te casarás conmigo quieras o no, y ni pienses llegar a la casa o te irá peor pequeña zorra.

Smith se sentó en la vieja banca, abrazando sus brazos y llorando como niña chiquita, se veía tan sumisa y pequeña en ese momento.

Me puse mi mascarilla, y corrí a toda prisa a mi casa. Tomé lo de siempre, ropa nueva, alcohol, navajas, cuerdas,  alicates y por supuesto mi bebé

Jk: ¿extrañaste a papi, bebé?- la tomé con los guantes ya puestos- sabes que haremos hoy?- me puse la maleta- hoy enviaremos al infierno a un patán llamado Jay Park

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Jk: ¿extrañaste a papi, bebé?- la tomé con los guantes ya puestos- sabes que haremos hoy?- me puse la maleta- hoy enviaremos al infierno a un patán llamado Jay Park.

[●●●]

Esperaba que mi objetivo saliera del lugar, McDonald's estaba lleno a esta hora, niños en la sección infantil, filas infinitas de personas aburridas por la lentitud de la señorita de los pedidos y otras que salian riendo, o con cara de pocos amigos al ver que su bebida tenia mas hielo que Coca-Cola.

Estaba escondido en su auto, con pinzas habia logrado quitarle el seguro al vehículo, y ahora esperaba que por fin se dignara a entrar.

Una vez entro el blanco golpie su cabeza con la estrucctura del arma, su cabeza chocó contra el volante provocando una herida. Lo aparté del asiento para poder conducir hacia "la bodega".

"La bodega", era una especie de cabaña, que quedaba cerca del lago donde anteriormente habia escondido a mis victimas. Tomé el cuerpo inconciente de Park como un costal de papas y me adentré a la pequeña casa. Por dentro todo era oscuro, lo unico que iluminaba era aquel pequeño foco de la sala que habia instalado con una planta de energia ya que la estructura de la cabaña no tenia red electrica. En aquel viejo sofá, dejé reposar el cuerpo de mi victima, lo amarré, le puse una mordaza en la boca y para despertarlo le regalé una bofetada. Abrió sus ojos lentamente.

Jk: hola, licenciado Park- sonreí- permitame presentarme, soy Jeon Jungkook

Por parte de el no dijo nada, claro como va ha hablar si tiene un pañuelo en la boca, empezó a moverse de manera desesperada, el sofá tambaleaba de un lado a otro. El miedo lo invadió.

Jk: vamos a jugar, un juego muy divertido- me acerqué- pero lamentablemente uno tiene que perder- reí- ¿sabes porque estas aquí?

El negó asustado, sus lagrimas caian como cascadas, se veia tan vulnerable, saqué de  mi billegera una fotografía de la oficial Smith, y con una sonrisa se la enseñé.

Jk: ¿es hermosa verdad?- el asintió- ¿es tu prometida?-repitió la acción- bueno, al parecer ella no quiere estar contigo ya que eres, un egocentrico, machista, patán, tóxico, narcisisa. Y eso que es la mitad de lo que es tu persona- mordí mi labio.

Tomé una silla y ne senté  al frente de el, de mi mochila saqué algunas de mis herramientas de tortura. Le quité la mordaza de manera que pudiera hablar, me encantaba que mis victimas rogaran por su vida, y que siempre repitieran la misma frase "dejame ir, te juro que no le diré a nadie".

Jy: porfavor, no, no lo hagas- sollozó

Jk: ¿por que no?, estamos jugando, es mi turno, así que empezaré- me puse de pie- si sobrevives podras hacerme lo mismo despues.

Los golpes que le daba se hacian mas fuertes, sus ruegos se hacian presentes, mis nudillos estaban sangrando, sonreí al ver su cara de terror. Ahora con guantes de caucho acariciaba su mano, para prkceder a tomar el alicate. Corté su dedo meñique y su dedo corazón, no paraba de sangrar y de gritar, hice lo mismo con la otra pero esta vez con el anular y el índice. Vertí la botella de alcohol es sus manos.

Jy-gritó- quema, Me quema- lloraba

Jk: antes agradece, te estoy desifectando la herida- reí- ahora vamos con el siguiente juego, tu seras mi muñeco de prueba, la semana pasada compre esta navaja y no se que tan buena es la calidad del filo- relaté

Lo apuñalaba una y otra vez, una y otra vez, sus quejidos no se escuchaban tanto, al parecer habia perdido la noción del dolor.

Jy: por favor, ya basta- dijo en un susurro

Sangre empezó a salir de su boca, el estúpido me escupio la cara, sonreí sarcastico para finalizar saqué a quien tanto esperaba utilizar.

Jk: Jay Park, te presento a mi bebé, ella te dará tu beso de buenas noches- reí psicopata

Jy: e-eres un mounstro- dijo con todos sus esfuerzos

Jk: soy peor que eso, soy tu pesadilla- sonreí ladino

Finalmente accioné el arma, como siempre el la cabeza un tiro limpio que salpicó mi cuerpo y mi cara, recogí toda mis cosas, me acerqué al cadaver y con una mirada oscura le susurré al oido "dulces sueños".

Tal vez T/n, se lo tome a mal, pero lo hago por su bien

Es un amor peligrosoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora