Creación de alianzas.

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Tras un festival de tantas emociones y en el que hubo varios sucesos (entre ellos un monarca “secuestrando” a su amado Atsuya para una noche un tanto especial), los invitados volvieron a sus reinos. Cuando amaneció y los de la nación del Fuego estaban ya despiertos, un nervioso Yuuichi entró a la sala del trono.

—Mi Señor… Quiero pedirle algo. —El favorito de los súbditos del emperador se arrodilló ante él.

—Cuéntame, Yuuichi. ¿Qué te sucede?

—Mi hermano menor… Lo han secuestrado…—Se notaba la impotencia en su voz, también se veía lo mal que lo ha pasado por las ojeras que llevaba.

—¿Ah? ¿Tienes un hermano?

—E-Es una larga historia… Pero pensé que estaba muerto… Logré hablar con él, ahora pertenece al Reino de la Oscuridad. —Hizo una pausa y decidió contarle su teoría a su líder. —Estoy seguro que todo fue una trampa del Reino de la Luz. ¿Para qué invitarían a sus mayores enemigos? Para secuestrar a uno de ellos… —Su tono de voz se iba apagando, posiblemente quería romper a llorar.

—¿Y qué me quieres decir con esto, Yuuichi?

—Ayúdame a recuperar a mi hermanito, por favor, mi Señor. —Suplicó el peliazul, arrodillándose todavía más.

—No sé… No lo veo claro. Estamos muy bien sin guerras, los de la Luz son muy poderosos, no es que tengamos muchas oportunidades…

—Pero, Señor… Seguro que el Reino Oscuro quiere recuperar a Kyousuke, y también podríamos pedirle ayuda al monarca Yuuto…

Goenji cerró los ojos unos segundos, reflexionando. Tampoco es como si pudiese decirle que no a su compañero más leal y bueno.

—De acuerdo… Te ayudaré. Espero que todo salga bien…

—Muchas gracias, nunca podré agradecerle lo suficiente.

El emperador se levantó de su asiento y fue a revolverle el pelo.

—Vete a descansar, veo que no has pegado ojo en toda la noche. Nosotros nos encargamos del resto.

El joven se fue a descansar tal y como ordenó su superior. El emperador mandó a Kirino al Reino de la Tierra y a Nagumo, al de la Oscuridad, para avisarles de la alianza que harían si aceptaban. Este último, se encontró con Haizaki a las afueras del palacio, y como hizo con Kira, le guió. Pudo observar que al pelirrojo se le notaba disgustado, ¿sería otro como ellos? ¿No aguantaba no ser el líder?

—Akio Fudo, ¿verdad? —Le mencionó el del fuego cuando estaba frente al castaño del trono.

— Así me llamó. ¿Qué quieres? —Preguntó con aires de grandeza.

— Traigo una petición de alianza. Mi emperador —diciendo esto se le puso una mueca indicando algo de odio— quiere que unamos fuerzas el Fuego, la Oscuridad y la Tierra. Sabemos que la Luz ha secuestrado a uno de los vuestros, y resulta que es el hermano menor de Yuuichi, que es de los nuestros. Conclusión, que juntos podemos acabar con el monarca Terumi.

—Mmm… Vale. Pero como condición quiero que sigáis mis órdenes.

—Pues vale. Se lo comunicaré al Señor Shuuya. —Y así, se retiró del lugar. Haizaki comprendió que el sub-líder del Fuego podría ser un buen reclutamiento para su rebelión, pero aún no era el momento de invitarlo.

Por otro lado, Kirino ya estaba frente a Kidou Yuuto y su mano derecha, Hiroto Kiyama. Acababa de explicarles la situación, pero el monarca no estaba muy convencido todavía.

—No sé si deberíamos aceptar…

—Tenemos que hacerlo, Kidou. El emperador del Fuego siempre ha estado ahí cuando lo hemos necesitado, y mantenernos neutrales no implica nuestra seguridad. —Además, el pelirrojo también tenía en mente que podría colaborar así con cierto peliverde.

Kingdoms of discord.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora