CAPÍTULO 6

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Colgué el teléfono y una sonrisa se me coló en los labios

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Colgué el teléfono y una sonrisa se me coló en los labios. Eso sí que será una grata sorpresa, pensé. Termine de sacar las fotografías del líquido revelador y las colgué para que se secaran. Estaba en el cuarto oscuro, llevaba más de 3 horas tratando unas fotografías de la última sesión de fotografía que tuve y recibí una llamada de urgencia para una sesión de fotos en un club campestre de Beverly Hills. Sentí la necesidad de un cigarro y justo cuando lo iba a encender un ataque de tos me hizo cambiar de opinión, recordé lo que me había dicho Robert hace un par de días en el yate y decidí botar el cigarro y salir de allí. Tenía que alistar todo mi equipo para la sesión de fotos. Cogí la mochila y el equipo fotográfico y me marche a la sesión que tenía a las tres.

***

Cuando llegue al plató, minutos después de las tres y media, ya estaba todo listo. Los focos situados, el modelo terminando en peluquería y maquillaje, y Pablo, mi ayudante, dando órdenes a los operarios que movían de un lado a otro pantallas enormes para mejorar la luz y demás. Aunque al final decidí prescindir de ellas. El lugar era amplio, gran parte del campo de golf que hoy estaba en restauración así que lo teníamos solo para nosotros y la sesión de fotos.
Abrí la bolsa y comencé a sacar cámaras, lentes y filtros, y a agruparlas y ordenarlas para tenerlas perfectamente colocadas para la sesión que estaba a punto de comenzar. En esos instantes conseguía evadirme de todo lo que me rodeaba, era un placer sumergirme detrás de una cámara.
Una vez lo tuve todo dispuesto, volví a la realidad, mis sentidos se reactivaron y el aroma del café inundó mis fosas nasales. Detuve la mirada en la mesa del catering, me moría por uno bien cargado, pero tenía auto prohibidos los excitantes tales como la cafeína o la teína durante las sesiones fotográficas. Lo que menos necesitaba era acelerarme un poco más.
Salieron varias personas del lugar improvisado como camerino y me prepare para lo que sería una agradable sorpresa. Robert ya estaba listo y su cara paso de la sorpresa a la alegría cuando me vio y supo que yo sería su fotógrafa, se abalanzo sobre mí y me saludo al tiempo que yo lo recibía con un par de besos en la mejilla. Levin también se vio sorprendida por mi presencia pero después de mi explicación todo quedo debidamente aclarado.

―¿Por qué no me habías dicho que ella seria tu fotógrafa? ¿No iba a ser Andrew? ―le pregunto Levin a Robert después de haberme saludado.

―Yo tampoco lo sabía Susan, a mí me sorprende tanto como a ti ―respondió el a la defensiva. Ambos me miraron y entonces fue mi momento de explicar.

―Si no hubiera sido una urgencia claramente no me habrían llamado… un accidente de ese tipo no se puede adivinar ―explique―. Andrew tuvo un problema en su casa, su esposa tuvo un episodio de epilepsia y están en el hospital, yo he trabajado con el dueño de la revista y cuando Andrew no puede me corresponde a mí hacerme cargo de las sesiones… Para mi será un placer fotografiarte Robertito ―agregue dirigiéndome a él con una amplia sonrisa. Aunque parezca mentira, nunca he fotografiado a Robert. No de manera profesional.

―Que lastima por Andrew, es un gran fotógrafo… pero seguramente tú le darás la talla ―dijo Levin detrás de sus lentes de sol, aunque creo que note su mirada maliciosa detrás de ellos.

EN LOS TIEMPOS DEL AMOR (ROBERT DOWNEY JR) (TERMINADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora