time to pretend | lrh

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La adrenalina aun recorre mi sistema, me siento mareada, apenas y puedo mantenerme en pie, se me es difícil tragar, me he estado reteniendo para no echarme a llorar otra vez, no quiero pensar en lo que hubiese pasado si el señor no hubiese estado ahí.

El sonido de una bocina me hace alzar la mirada, las luces de la camioneta verde oscuro parpadean antes de estacionarse justo donde estoy yo. Agradezco que no haya tardado tanto porque no quería retener al señor conmigo. Le doy una sonrisa con amabilidad a como puedo y él me corresponde, cuando nota que ya no estoy sola, se retira hacia la otra dirección.

— ¡Stevie! —me llama Luke, ha salido de la camioneta y ahora viene directo hacia donde estoy. Me quedo petrificada en mi lugar, sus ojos azules buscan los míos y me maldigo cuando mis mejillas se vuelven a humedecer de nuevo—. Ven aquí —susurra con pesar, de un momento a otro me encuentro envuelta entre sus brazos, entierro mi rostro en su pecho y ejerzo fuerza en mi agarre en su espalda—. Shhh, todo está bien.

Lloro en silencio, dejándolo salir todo, Luke no hace nada para movernos de la acera, solo se encarga de abrazarme y pasar su mano por mi cabello para reconfortarme.

—Ya pasó —murmura, siento su aliento caliente rozar mi oreja y un escalofrío me recorre.

—Tuve demasiado miedo —le digo.

—Lamento que hayas tenido que pasar por eso —Luke aleja su cabeza para verme a la cara y hago lo mismo. He perdido la cuenta de las veces que me ha visto llorando—. Vamos, te llevaré a casa.

Asiento, me separo de él, pero su mano busca la mía para conducirme consigo, me quedo viendo el agarre que tenemos, su tacto es tan cálido. Me abre la puerta de copiloto, subo en silencio, Luke va hacia el otro lado y cuando está adentro enciende la calefacción.

Me encojo en mi asiento, paso mis manos por mis mejillas para limpiar cualquier rastro de lágrimas y me abrazo a mí misma.

No estaba segura sobre molestar a Luke cuando Hilary me dijo que lo mandaría por mí, pero saber que hace esto porque quiere y no a la fuerza me reconforta. Inmediato le mandé mi ubicación por mensaje a ella y vaya que él no tardó.

— ¿En qué piensas? Háblame —pide, frunzo el ceño, su mirada está fija en el camino, pero se toma la libertad de verme de reojo un instante.

—Me gusta tu camioneta —digo lo primero que se me viene a la mente, le veo sonreír.

— ¿Sí?

—Sí, es cómoda.

—Pensaba venderla y comprarme un auto.

— ¿Tú quieres hacer eso? —cuestiono al notar la expresión que hizo al hablar.

—Ciertamente no, a Lilie no le gusta la camioneta, es muy rústica dice —contesta, alzo mis cejas y asiento.

—Pero es tuya —hablo en un murmuro dirigiendo mi mirada hacia la ventana. Luke no dice nada más.

Al momento en el que llegamos a casa y Luke se estaciona en frente, me giro para mirarle mejor, apaga el vehículo, saca las llaves y al notar que le estoy viendo, me regresa la mirada.

— ¿Qué? —interroga con una ceja alzada.

—Gracias por lo de hoy, lo digo en serio, ni te atrevas a decirme que solo vivo agradeciéndote —expreso, Luke me muestra una sonrisa suave, presionando sus labios en una línea.

—De nada, Stevie.

Caminamos hacia la entrada, Luke va detrás de mí, no hace falta abrir la puerta porque esta se abre sola, mostrando a Hilary al otro lado, quien no duda en envolverme en sus brazos. Me hace girar con ella, haciendo que quede viendo a Luke, él me sonríe y sus ojos no se despegan de los míos hasta que Hilary me hace entrar.

***

Me revuelvo en mi cama, abrazo mi almohada queriendo volver a dormir, pero las voces provenientes de afuera me lo hacen imposible, por lo que decido levantarme. Estoy a punto de salir cuando escucho mi nombre y eso me hace quedarme quieta, me acerco más a la puerta para escuchar mejor.

— ¿Estás celosa de Stevie?

—Creo que soy capaz de ver ciertas cosas, Luke.

—Es increíble tu actitud, en serio.

Me apoyo en la superficie de la puerta, temiendo cómo vaya a terminar esa conversación, es más que obvio que son Luke y Lilie hablando en la sala.

Veo la hora en mi celular y maldigo porque es muy tarde, son las 10am, he perdido los dos primeros bloques de clases.

—Ella necesitaba a alguien en ese momento, obviamente la abracé, no puedes ponerte de esa manera, no cuando no significó lo que tú crees —dice Luke, puedo sentir su frustración en su tono—. Por Dios, Lilie, ella estuvo a punto de ser abusada o quién sabe qué por un extraño en la calle, ¿Podrías simpatizar con Stevie y no hacer un drama por maquillaje corrido en mi camisa?

Oh.

Trago duro, de repente sintiéndome enferma, los recuerdos de lo sucedido de la noche anterior viene como oleadas a mí. Me sujeto del borde de mi cama y trato de respirar hondo.

—Vale, tienes razón, lo siento —es lo último que escucho por parte de Lilie, luego hay silencio o la verdad es que no sé porque he hundido mi cabeza en mis almohadas.

Ayer cuando Luke y yo regresamos a la casa, Hilary se encargó de consolarme todo el rato, Lilie estaba sentada en el taburete prestando atención a todo, preguntó cómo estaba y luego se retiró a su habitación. Luke se había quedado con nosotras en el sillón a ver películas.

Dejo escapar un gruñido, decido levantarme y agarrar mi toalla. Fingir demencia siempre es la opción acertada, ¿No?

Si me apuro puedo llegar a tiempo a mi seminario de contabilidad que es dentro de una hora, pero me aferro a quedarme en mi cama, además no quiero tener que interrumpir la discusión de Luke y Lilie, no cuando yo soy el motivo de ella.

—Lo siento, Luke, háblame…

—Déjalo estar, Lilie.

Sus susurros llegan a mí cuando abro la puerta, al cerrarla detrás de mí llamo la atención de ambos.

—Stevie —dice Lilie en un gritito, sorprendida por mi aparición, alzo mis cejas y aferro más mi toalla a mí—. No queríamos levantarte para ir a clases, ya sabes, Hilary dijo que mejor te dejáramos descansar.

Luke ve con el ceño fruncido a su novia, pero este se suaviza cuando sus ojos van a los míos.

— ¿Todo bien? —me pregunta y asiento rápido, tratando de no tener mucho contacto con él enfrente de Lilie.

—Iré a bañarme —aviso y me doy escalofríos por haberlo comunicado. Lilie asiente con una sonrisa forzada en su rostro y no espero nada más porque voy directo a encerrarme al baño, pero estando ahí recuerdo que no traje mi ropa, me obligo a salir de nuevo hacia mi habitación para traerla porque por nada del mundo saldré a la sala en toalla, no cuando ellos están ahí presentes.

Evito miradas y camino rápido para regresar nuevamente al baño. Al estar encerrada dejo escapar un largo suspiro.

Después de ducharme y vestirme, suelto mi cabello seco para peinarlo mientras mi mente formula una infinidad de dudas y preocupaciones.

Cuando salgo del baño ya lista, la sala está vacía.

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