23. La perdida

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-García- Escucho la rubia en cuanto contesto el teléfono, su voz se escuchaba alterada y ronca, como si estuviera haciendo un gran esfuerzo para no ponerse a llorar.

-¿Que pasa cielo estas bi...

-Callate y escucha-siquiera la dejo terminar de hablar, necesitabas
toda su atención en ese momento, necesitaba su ayuda de manera rapida, estaba asustada.  
-Necesito patrullas o lo que sea, solo vengan por favor- se escuchaba rota y llena de lagrimas  -Una mujer se llevó a mi niño-

-Enseguida cielo- continuo en la linea, se comunico de inmediato con la policía local y salió corriendo a buscar al equipo, intentando no llorar.
-Chicos....
-¿qué pasa Garcia?- le contesto esustada Emily la jefa del equipo pues la colorida rubia entro corriendo a interrumpir una reunion sobre un nuevo caso. 

-Reid, alguien se llevo a Daniel, Emma esta ahora mismo persiguiendolos, ya envie a la policía pero deben ir -

Reid salio corriendo de la sala de juntas solo pensando si su bebé y su esposa estarían bien, quien querría hacerles daño, ella la mujer más buena y dulce del mundo, era maestra en una escuela para niños con capacidades diferentes y Daniel solo era un bebé de apenas seis meses.

Emma estaba sustada estaban ya bastante lejos de la ciudad y aún no podía escuchar las sirenas o algo que le indicara que ya estaba cerca Spencer, el auto donde estaba Daniel con quien sea que lo hubiera robado aparco frente a una bodega abandonada y después bajo de el un... una mujer, era, era, ¡Cat Adams!

Llevaba al bebé en una silla para el coche y entró a la bodega.
Cuando llego al mismo lugar donde estaban se bajo de un brinco, tomo una arma que Spencer guardaba en el fondo de la guantera para cualquier emergencia (el pensaba que ella no conocía la existencia de aquella arma) no sabia disparar, no sabía siquiera sostener un arma pero había visto cientos de capítulos de NCIS asi que tenía un solo intento para imitar lo que hacían aquellos agentes ficticios, ya ni siquiera podía pensar en Spencer, ya no recordaba a la policía, solo quería de regreso a su bebé.

-¿Cat?- Pregunto con voz temblorosa y sosteniendo el arma con fuerza.
-Estoy por aquí querida, corrección estamos por aquí- se escucho la voz burlona de la mujer resonar entre las paredes agrietadas y a punto del colapso de aquel almacén.

Siguio la voz y la encontro sentada sobre un pedazo de escombro con el bebé en su sillita reposando a su lado, sostenía un arma con la que jugaba distraídamente acercandola de manera peligrosa al niño de vez en -cuando.

-Cat, dame a mi bebe por favor- Emma parecia al borde del colapso, corrían lagrimas por sus mejillas pero eso no conmovió ni un poco a la chafada mujer.

-Vamos linda, no es tan sencillo, Spencer, el guapo y siempre bien portado Doctor me debe mucho- Cat se puso de pie y se hacerco a ella.

-Por favor- volvio a suplicar.

-Por culpa de tu amado esposo me quitaron a mi padre, mi libertad y no fue suficiente para el, también me quito a mi bebé así que decidí hacer lo mismo, le voy a quitar a su bebé-

-Porfavor Cat, hago lo que quieras pero deja a mi niño en paz, lo que sea-

-¿lo que sea, ¿de verdad?-

-Si, lo que sea solo pídelo-

-Si te dejo ir con tu bebé, matarias a Spencer por mi- aquella pregunta era demasiado pero la respuesta era clara y no había que pensar mucho, su hijo estaba por sobre todo y todos. Estaba segura de que Spencer también haría lo que fuera por salvar a Daniel.

-Si, lo haré- no le tomo ni un segundo responder, eso sorprendió a Cat, sonaba convencida definitivamente lo mataría para salvar al niño.

-Te propongo otra cosa, matar a tu esposo seria demasiado enfermo- se rio después de aquello -si mato al niño ustedes crearan historias fantasiosas sobre ángeles y toda esa basura y con los años lo superarían y tal vez tendrían otro hijo, y esa idea no me gusta, si los mato a los dos el se dejara caer en el trabajo, el alcohol tal vez drogas por un tiempo y cuando muera Diana el se va a suicidar y creo que debe sufrir más. La única solucion que me queda es llevarte conmigo y matarte, el tendrá que seguir vivo para cuidar a su hijo y todos los días al despertar llorara tu perdida y todas las noches se culpaba por tu muerte, asi que eso te ofrezco, tu vida por la de tu hijo ¿qué dices?-

Las lagrimas surcaban las mejillas de Emma, no tenía salida lo sabía y Cat también, ella era así, un genio criminal, todo lo he hacia estaba pensado a la perfección.
-Lo haré-contesto tajante y sin dudar.

-Bieeen siempre es bueno negociar co alguien como tu ahora dame el arma- le entrego el arma aun llorando.

-Camina- le dijo Cat apuntándole con el arma, mientras la dirigía hacia la salida para dejar ahí al niño.

-Me dejar decirle adiós- pregunto rota.

Cat la vio con asco y le indico que fuera -solo tienes 10 segundos-

Se acercó al niño y lo beso -adiós mi amor, cuídate y cuida a tu papá, los amo-

-Rápido, no quiero matarte aquí y si te tardas no lograremos llegar al lugar designando-

Más lagrimas recorrieron sus mejillas y luego se quito la cadena que llevaba en el cuello, una fina cadena de oro con un dije de mariposa y se puso en la mano.

-Vamonos- la jalo de mala gana la loca mujer para llevarla, salio de ese lugar asustada y hecha pedazos por dejarlo ahí, solo el un lugar frío y obscuro pero estaba feliz por que sabia que estaría bien y Spencer lo encontraría.

Cuando llego la policía y las camionetas de la unidad todos bajaron histéricos y corrieron para entrar a la bodega, el silencio era horrible, se guiaron por aquel lugar desesperados por no encontrar nada y Spencer solo podía pensar en el que pasaría si llegaron demasiado tarde.

Cuando estaban cerca del lugar donde antes se habían encontrado las dos mujeres con el niño, se escucho un sonido estridente que hacia eco en las paredes, el llanto de un bebe.

El genio corrió todo lo que pudo en dirección al lugar de donde provenían los sonidos y el panorama era desolador, estaba el bebé en su sillita llorando en medio de la hostilidad, tan solo algunos rayos muy tenues de luz que salian de las mal tapizadas ventanas le iluminaban una parte del rostro, pero no había nadie más ahí, solo el niño y un arma tirada a lo lejos, la reconoció con facilidad era el arma de emergencia, eso rompió su corazón y de alguna manera sabía que lo que temió había pasado, la había perdido.

Tomo al niño en brazos para asegurarse de que estuviera bien, lo estaba y tenía en su manita el dije que siempre usaba su madre, Spencer se dejo caer al piso totalmente destruido y con el niño en brazos, el llanto de hambos se mezclaba en una melodía trajica y terrible, pronto se sumo el sonido de los sollozos del reto de la unidad, no había un cuerpo pero lo sabían, sabian que Cat no tendría piedad.

La vida sin ella era distinta, difícil y dura. Las primera noches las paso en un hotel con el bebé por que no podía dormir en la cama que alguna vez compartieron, para el pequeño también fue difícil, lloraba todas las noches extrañando a su mamá y lo único que Spence podía hacer era acurrucarse con el y llorar a su lado.
Cat tenia razón en algunas cosas y es que ahora el estaba obligado a levantarse por las mañanas, tenia un hijo que cuidar, la extrañaba cada instante de su vida pero tenía alguien por quien luchar.


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one shots Spencer Reid Donde viven las historias. Descúbrelo ahora