Capítulo 3. Dicker

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Hola! Primero que nada, gracias a los que leen esta historia. Significa mucho para mi. Espero que disfruten el capitulo, y sientanse libres de comentar y votar. Besos!

-Katherine

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Take my hand tonight

We can find some place to go…

“Take my hand”, Simple Plan

-¿Quieres que te lleve?-preguntó Levi mientras le abría caballerosamente la puerta de McDonald.

Después de espetarle casi groseramente que la práctica era profusamente machista, Alaska sonrió amablemente y le señaló un pequeño auto azul de dos puertas. –Levi, conoce a Blue Citrus. Blue Citrus, conoce a Levi.

Levi le dio unos golpecitos amistosos a Blue Citrus y después señaló su gran camioneta roja, especificando que aun no se encariñaba tanto con ella como para ponerle un nombre. 

-¿Eres algún granjero o algo así?-preguntó Alaska sin malicia. Levi rió y le respondió que sí, de alguna forma, y que estaba estudiando Administración de empresas agrarias en la Universidad de Alabama.

Alaska se asintió amablemente y contestó que ella estaba estudiando Educación y pensaba hacer una especialidad en Psicología. –Me encantaría enseñar en escuelas para niños con habilidades especiales. Tal vez niños con autismo- después se dio cuenta de lo que acababa de decirle y dijo resueltamente, medio para ella y medio para Levi.

-¡No voy a ser una de esas personas que usan el futuro para escapar del presente! Imaginar el futuro…es un tipo de nostalgia. ¡Solo voy a hacerlo y ya!- exclamó apasionada pero tranquilamente  Alaska, y por un momento pareció más una llovizna que el huracán que Levi había pensado que era cuando la había visto por primera vez. Se hiso más pequeña y lo miró con sus grandes ojos envueltos en nada reconocible.

Levi no supo que contestarle, así que pensó sobre lo que  la chica acaba de decirle.

Después ella subió al auto y bajó la ventanilla y lo miró con la cara en blanco. Levi le pidió su número telefónico y acordaron verse en otra ocasión. Blue Citrus salió del estacionamiento  levantando polvo tras de sí.

Levi subió a su camioneta roja y dejó las manos en el volante, pero no encendió el auto. Tenía que ordenar un poco sus pensamientos, así que puso el audio libro de The Secret Goldfish en el estéreo, y subió las ventanillas.

¿Es decir, todo eso era en serió? Primero esa extraña (y hermosa) chica llega y lo besa porque le apetece y se comporta como si lo conociera de toda vida durante la cita. Cuando termina de contarle la venganza contra los Weekday Garriors, sus ánimos se apagan considerablemente y después le confiesa cual es su sueño; enseñar a niños autistas. Parecía el inicio de un chiste: “Una chica entra a un McDonald’s…”

¿Por qué no podía entender a  Alaska?

Es decir, era alegre y graciosa y bonita y divertida, y tenía una hermosa figura (en otras palabras, era sexy), y era muy expresiva y extremadamente apasionada. Todo esto encajaba con el tipo de chica fácil con las que él había pasado algunas tardes nada memorables de su vida.

Pero también era desconcertante y profunda. Y realista, tranquila e inteligente. Y tenía unos ojos verdes preciosos  y un espíritu simplemente inquebrantable. Y eso…eso realmente no encajaba con nada.

Aunque eso le gustaba. Siempre había admirado a las personas a las que no se las podía calificar, a las que no se las podía etiquetar, encasillar. Que eran tan escasas como numerosas eran las estrellas en el firmamento.

Levi se fue después de media hora desde que Alaska se había ido. Y aun cuando iba en la carretera se sentía envuelto en algo brumoso, irreconocible.

§    

You and I have got a lot in common

We share all the same problems

“Just My Luck”, McFly

Más tarde ese mismo día, Levi llamó a Dicker. Su teléfono fijo timbró cuatro veces antes de que su amigo contestara.

- ¡Leeeeviii!- gritoneó Dicker con tono empalagoso desde el auricular y a continuación rió con desmesurado entusiasmo. Levi rodo los ojos parsimonia, aunque sabía que el pelirrojo no podía verlo.

Dicker empezó a canturrear:

 -“Alaska and Levi sitting in the tree! / K-i-s-s-i-n-g!/ First comes love… /Then comes marriage…”

Levi solo esbozó una sonrisa. Dicker siguió hablando.

-Espera…Si tu estás aquí…y no con esa chica… ¡Holy Crap!- Dicker ahogó un grito- Ella te dejo plantado, ¿verdad?

Levi rió con ganas. Después Dicker siguió hablando, preocupado en broma- Estás llamándome justamente por eso, ¿no es cierto? Para reclamarme y para decirme que me patearas el trasero más tarde, ¿verdad? ¿Te has inscrito a clases de boxeo?- el chico profirió un grito ahogado de terror. Después resoplo, riendo.

Levi casi deja caer el teléfono de la risa. Solo Dicker podría hacerlo reír de esa forma. A veces solo lo llamaba para que se le quitara el mal humor, y terminaba con un dolor de estómago monumental.

-¿Te advertí que la chica era un pelín rara? Bueno, por si no lo hice en ese momento, lo hago ahora. Usa unas palabras… ¿Qué demonios es connotativo y paradigma? Pero mira que está como quiere. Eso no te queda más remedio que admitirlo

Levi rió y, casi  sin notarlo, asintió. 

Lo que pasó con Alaska Young. Parte 1. La llovizna y el huracánDonde viven las historias. Descúbrelo ahora