CUANDO EL AMOR SE MEZCLA CON MAGIA 2 (EN PAUSA)

3º DESPEDIDA

1/4 Hermione x Ginny

Hermione a comenzado ha hacer su maleta, y sabe perfectamente que tendrá que darle explicaciones a Ginny antes de marcharse. Justo cuando esta terminando de hacer la maleta, Ginny aparece abriendo la puerta y lo que era hace unos segundos atrás, una sonrisa, se convierte en una cara confusa, triste y enfadada por partes iguales.

—¿Te vas a marchar y ni siquiera te despides de mí? —pregunta Ginny con los brazos cruzados y Hermione deja de hacer la maleta, para mirarla.

—Me marcho, y no, no me voy a ir sin despedirme de ti. Salgo esta noche, pretendía decírtelo en cuanto terminase de hacer la maleta. Tenemos que acabar con los últimos Horrocruxes y si consigo que Severus y Draco estén atentos al plan y nos ayuden, volveré aquí para ayudaros a proteger el castillo. Es más, hoy hablaré con la profesora McGonagall, este año habrá que luchar como nunca y hay que estar preparados. Quiero que tú, Luna y Neville, seáis los que estéis a cargo de las enseñanzas, junto a los profesores. Pero vosotros tres también seréis buenos en estos temas —dice Hermione con la garganta seca, por ver la expresión joven y a la vez, fuerte, que posee Ginny.

—Está bien. Puedo enseñarles lo que sé, soy buena en los hechizos y mucho más en lo físico, cuerpo a cuerpo y volar sobre escoba —dice Ginny.

—Luna es buena en pociones. Y Neville en herbología (y es importante para hacer curaciones) así que seréis puntos muy importantes —dice Hermione con una sonrisa y se acerca a su novia más.

—Está bien Hermione, lo haré. Pero debes prometerme una cosa, que me enviaras patronus de vez en cuando —dice Ginny y se tira hacia a Hermione para abrazarla.

—Claro que lo haré Ginny, incluso Ron te enviara cuando Harry le enseñe —dice Hermione, correspondiendo el abrazo de su novia gustosamente.

—Vamos a ir a ver a la profesora McGonagall para explicárselo —dice Ginny—. Antes de que os vayáis, por lo menos deberíamos estar seguros de que ella nos dejará enseñar a todos los alumnos junto a los profesores —dice con una sonrisa finalmente, y Hermione asiente.

Ambas van al despacho de la profesora McGonagall, y le explican lo que han pensado con Luna, Neville y Ginny. Y la profesora está de acuerdo totalmente con el plan. Enseñar a todos en Hogwarts a defenderse, por si lo necesitan cuando llegue la hora de una guerra.

—Pues bien, esperaré por tus mensajes Her —dice Ginny, que está apoyada en el marco de la puerta, esperando a que su morena novia termine de hacer la maleta, para bajar a cenar al Gran Comedor.

—Por supuesto Ginny, en cuanto Ron y Harry, puedan contactar con Severus y Draco, será sencillo encontrar los Horrocruxes y yo podré volver aquí con vosotros —dice Hermione con una sonrisa, mientras pone lo último en la maleta, el mapa del merodeador.

—¿Para que quieres el mapa? —pregunta extrañada Ginny.

—Harry me lo ha dado, me ha dicho que como yo seré la que vuelva, debo estar al tanto de lo que ocurre. Si alguien se cuela, si alguien sale del castillo a escondidas o si alguien desaparece. Ya sabes, ser cautelosa, nunca se sabe dónde pueden haber enemigos escondidos —dice Hermione con el entrecejo un poco fruncido por la preocupación.

Ginny se acerca a ella, y la abraza por la espalda mientras Hermione cierra la mochila finalmente.

—¿Bajamos ya? —pregunta Ginny, apoyando su barbilla en el hombro de Hermione, y la morena suspira.

—Sí, vamos ya.

Bajan al Gran Comedor, y cuando llegan, se fijan en que Harry y Ron no están.

—¿Dónde están esos dos? —pregunta Ginny a Hermione, y la morena se encoge de hombros.

—Se han ido a dar una vuelta por el castillo —dice Neville, que está sentado en la mesa, comiendo.

—Vaya —dice Ginny, jugando con su cabello.

—Bueno, pues comamos sin ellos. Ellos se pierden este festín —dice Hermione sonriendo, y se sienta al lado de Fred, que está hablando con su hermano.

—Te he dicho que dejes de hacer eso —dice Fred enfadado.

—No estoy haciendo nada —dice George mientras se ríe.

—¿A que te beso delante de todos? —reta malévolamente Fred.

—Vale, vale, está bien —dice George y los dos se ríen.

Hermione mira a Ginny después de haber estado atenta a los dos gemelos. Y se da cuenta de que está triste.

—No ocurría nada Ginny, confía en mí —comienza a decir Hermione—. Me protegeré y los protegeré —le termina de prometer, mientras acaricia la mano de su novia.

Después de la cena, Hermione vuelve al dormitorio y coge su mochila, y se encuentra con Ron y Harry en la puerta de la sala común.

—¿Preparada? —pregunta Ron, y Hermione asiente decidida.

—¡Espera! —grita una voz desde las escaleras y los tres se giran en la dirección de la voz.

—¿Ginny? —pregunta Ron extrañado, y su hermana le sonríe.

—Toma Hermione —le da un colgante de color azul—. Es para que pidas ayuda si la necesitas, mi varita temblara y cuando la coja saldrá una chispa azul de la punta, dándome a entender que estás en apuros. Solo tienes que decir "Ginny ayúdame"

—Gracias, Ginny —dice Hermione con una sonrisa, y le da un beso tierno en los labios.

—Adiós chicos, cuidaos —dice Ginny con una sonrisa, y salen de la sala común los tres, el trío de oro.