𝑷𝒆𝒒𝒖𝒆𝒏̃𝒂 𝒉𝒊́𝒃𝒓𝒊𝒅𝒂 | 𝑩𝒆𝒂𝒔𝒕𝒂𝒓𝒔 |

𝐻𝑒𝑟𝑚𝑜𝑠𝑎 𝑙𝑢𝑛𝑎

La primera vez que conocí a Louis, fue cuando tuve aquel inconveniente, y ahora que estoy corta de tiempo sobre el tema de la luna. Pareciera que ha venido a mi rescate por segunda vez.

Louis | mis pasos se hicieron lentos, me encontraba algo jadeante por mi repentino cambio de pasar a estar tranquila a correr como loca|

Parece que estás en problemas |Louis solo me dedico una de sus miradas superficiales cuando sabe que tiene la razón|

Podría ser, aunque no es la primera vez que me encuentras en una situación similar | Sonreí naturalmente, los nervios comían parte de mi cuerpo, pero extrañamente, desaparecían de poco en poco|

|Pequeñas gotas de lluvia empezaron a caer, la luna cada segundo brillaba más, mi vista solo se posó en lo hermosa que lucia la noche, mis oídos escucharon el abrir de una puerta, fue cuando caí en cuenta que Louis se encontraba frente a mí, sosteniendo un paraguas sobre ambos|

Parece que tendré que salvarte de nuevo |Louis seguía ahí protegiéndome de la lluvia, cuando algo inusual pasó|

Mi cuerpo empezó a cambiar, la luna había llegado a su punto, mi rostro solo empezó a dejar caer un par de lagrimas, no dolía. Pero era la primera vez que alguien aparte de mis padres me verían como un Animal.
Me sentía tan tonta había olvidado que tenia el tiempo contado,  por alguna razón me sentía rara, podría ser que todos aquí fueran animales, pero siempre han tenido esa apariencia, mientras que yo no. No podía saber si me veía como una chica normal o no.

|Fue cuando el toque de aquel joven me sorprendió, Louis solo me daba pequeñas palmadas sobre mi cabeza|

Todo esta bien cassia, no tienes por qué tener vergüenza | Louis saco un pañuelo de su saco y con él se dedicó a secar mis pequeñas lágrimas de cocodrilo| se que no estás acostumbrada al trato físico y sé que esto no es algo que le enseñes a alguien de la nada, pero puedes confiar en mí

Louis.... |Mis emociones suelen llegar a un punto de dejarme llevar, lo único que pude hacer en ese momento fue lo mismo que hice el primer día, aferrarme a él|