Luna de colores: Familia

Limpieza

La hora empacar había llegado, Remus se encontraba guardando todo lo de la cocina, ese día como muy pocos Remus traía ropa que no involucraba un traje, solo unos jeans de mezclilla y una camisa blanca algo desgastada, cuando escucho las carcajadas de su pequeño hijo se apresuró a terminar su deber para subir a ver a Tonks y a Teddy. Tomo una barra de chocolate y mientras masticaba subía las escaleras, una sonrisa se dibujaba en su rostro, la risa de un bebé era muy contagiosa y si era de su hijo lo alegraba 3 veces más.

Tonks amaba comprarle ropa extravagante a su hijo, ese día llevaba una pijama de lobo mientras ella llevaba un simple vestido verde de tirantes y una chamarra de mezclilla, Remus ya se había acostumbrado a que su esposa tomará a juego su problema peludo, al igual que el resto de la familia. 

-¡Papi! -grito Teddy al ver a Remus parado en la puerta corriendo hacia él para que lo cargara.

-¿Ya terminaste la cocina, Remus? -Tonks le hacía señas para que se sentaran en el piso.

-Todo listo, ya solo falta que limpiemos la casa para que podamos pasar todas las cosas - Remus noto como Teddy había comenzado a dar pequeños ronquidos-. Pero estaba despierto hace cinco segundos.

-El sólito guardo todos sus juguetes, me imagino que se canso.

Remus coloco a Teddy en su cama que tenía barandales de protección para que no se cayera. Tonks miraba toda la habitación recordando los momentos que habían pasado ahí, sintió como Remus la abrazaba por detrás y hundía su cabeza en su cuello mientras depositaba pequeños besos en la oreja de Tonks.

-¿Profesor, está tratando de seducirme? -Tonks cerraba los ojos mientras Remus susurraba un pequeño "sí".

Remus la apretó más contra sí y Tonks pudo notar una de las partes que más le gustaba de Remus comenzaba a adquirir un nuevo tamaño. Tonks se dio la vuelta y tomó la mano de su esposo llevándolo a la puerta, Remus se detuvo a poner un hechizo que amplificaba los sonidos, para saber cuando Teddy se despertará.

Remus iba a comenzar a quitarse la camisa cuando Tonks lo detuvo.

-Eso lo haré yo -Tonks metió las manos por debajo de la camisa de Remus hasta quitársela.

-Carajo -gruño Remus mientras Tonks besaba y mordía gentilmente las cicatrices del torso del licántropo.

-Lenguaje -regaño divertida Tonks mientras se quitaba criminalmente lento su chamarra.

-Perdón amor, pero me vuelves loco de muchas maneras diferentes -Remus tomo a Tonks de la cintura mientras la alzaba y ella rodeaba con sus piernas a Remus.

Remus se sentó en la cama, sin dejar de besarse Tonks bajo sus manos para abrir el pantalón de Remus, él saco la varita de Tonks de uno de los bolsillos de su vestido y la suya de la bolsa de sus jeans, antes de depositarla en la mesa conjuro un hechizo que aprendió de Sirius el cual se deshacía de la ropa interior. Se besaban de manera frenética, Remus tomaba a Tonks para que se sentara encima de él cuando escucharon ruidos en la parte de abajo. 

-No, no, no, no, no -decía Remus negando fuerte con la cabeza y la respiración agitada-. Maldita sea, ¿justo ahora?

-Creo que esto tendrá que esperar, lobito -Tonks tomo el miembro de Remus y comenzó a subir y bajar sus manos mientras él ponía los ojos en blanco. 

Tonks se detuvo mientras escuchaba las voces de todos a lo lejos, detuvo lo que estaba haciendo y cuidadosamente se bajo de la cama.

-¿A ... a don-dónde vas? -Remus la miraba con una cara de desesperación.

-Los conoces y sabes que son capaces de subir. Perdón amor, juro que te compensaré -Tonks tomo su varita y apareció su ropa interior y su chamarra.

-Dora, no, por favor -Remus susurraba pero Tonks le había mandado un beso y salido de la habitación-. No puedes ...

Abajo estaban Molly, Arthur, Ginny y Hary, también Hermione y Ron.

-Tonks, ya nos habíamos preocupado -dijo Molly mientras la abrazaba-. Espero que no te moleste que hayamos utilizado la red Flu.

-Para nada Molly, está es su casa.

-¿Y Remus? -dijo Harry- ¿Y Teddy?

-Teddy hace no más de diez minutos que se durmió y Remus, él... 

-Aquí estoy -Remus bajaba las escaleras con la ropa ordena pero la cara roja-. Estaba terminando de guardar algo en la habitación.

-¿Estaba pesado? -dijo Harry acercándose a abrazarlo. Remus lo miraba confundido-. Traes la cara roja, como si hubieras hecho un gran esfuerzo.

-Lo hice -dijo mirando divertido a Tonks.

Las pocas cosas que faltaban quedaron listas en menos de un cuarto de hora. Teddy ya se encontraba despierto y listo para ir a su nueva casa. Remus les comentó que no se moverían las cosas hasta que la casa estuviera más habitable, todos asintieron y por medio de aparición fueron llegando a la casa de los gritos. Teddy aun era muy pequeño para hacerlo, por lo que esperaron unos minutos y la chimenea habló. Tonks cargo a Teddy y cuando desaparecieron, Remus giro sobre si mismo para aparecer casi al mismo tiempo en la casa. 

Teddy tosía mientras se quitaba las cenizas de su pijama, cuando unos brazos los levantaban. 

-Justo al hombre que quería ver -decía George que había llegado con la directora y el ministro-. Mira todo lo que te he traído -sostenía una caja pequeña en frente de él.

-No olvides que nos costó mucho tenerlo, no lo hagas volar por los cielos todavía -Tonks saludaba a los recién llegados.

-¿Cómo que "todavía"? -respondió Remus estrechando manos.

-Remus, creí que nunca te quitabas el traje -George lo miro de pies a cabeza.

-En realidad nací de traje y solo me lo quito para ocasiones especiales... como limpiar la casa -Remus sonreía mientras los demás reían.

-Pensando bien sobre Teddy -dijo la directora mientras lo cargaba con pesar-. Sería un milagro que no fuera como su madre que se hacia pasar por mí cada vez que me daba la vuelta o como su padre que maldecia y le echaba la culpa al más cercano de sus amigos.

La limpieza de la casa había posado en todos el sentimiento de nostalgia. La última vez que todos habían estado en una situación similar fue cuando arreglaron el cuartel de La Orden del Fénix, muchas cosas habían cambiado y ya no eran los mismo, pero ahora que eran una gran familia se ayudaban a sobrellevar los estragos de las guerras.

Para las siete de la noche ya todo estaba casi listo, la limpieza fue rápida. En la casa habían seis habitaciones cada una con baños, un estudio, una cocina, un comedor y una sala de estar. Habían casi ocho boggarts, acompañados de otras criaturas que afortunadamente fueron sacadas de la casa. Nadie, incluso Molly, habían pensado sobre la comida, cuando todos estaban en la sala de estar, algunos en el suelo y otros en los sillones, el estomago de Ron rugió. 

-Perdón -susurro más para Hermione que para el resto.

-Creo que es hora pensar que vamos a cenar -Remus se estaba recargado en la silla donde estaba sentada Tonks con Teddy en brazos-. ¿Se les antoja algo en especial?

La puerta sonó. Ginny era la persona más cercana a la puerta, abrió.

-Hola, hola, supuse que no habrían pensado en comida así que traje un poco de estofado y pastel de chocolate para cenar -Andrómeda entraba a la casa con una olla flotando a su espalda mientras ella sostenía el pastel.

Teddy fue corriendo con su abuela que veía la cantidad de gente que había ahí. Como por obra del destino la puerta volvió a sonar. Ahora eran Bill y Fleur, que llevaron comida como disculpa por no poder ir a ayudar.

-Pues entonces vamos a comer -dijo Tonks.

Arthur y Kingsley tuvieron que usar magia para hacer la mesa más grande y aparecer más sillas. Se escuchaban los sonidos de los cubiertos contra los platos y una animada plática entre Teddy y su mamá sobre el color de cabello que le gustaba más. La limpieza había sido un éxito.