₱ɌɆ₮₮¥ ₲ƗɌⱠ [Fᴀᴅɪᴇ]

𝐂𝐚𝐩𝐢𝐭𝐮𝐥𝐨 𝐧𝐮𝐞𝐯𝐞

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Estúpido vestido, estúpida madre, estúpida cena.

La noche se hizo presente en la ciudad de Manhattan, Sadie regresaba a su "hogar", si es que así podía llamarse, pasadas las 21:00 hs, mientras caminaba se mentalizaba para poder soportar los gritos de su madre cuando llegara. Apenas la puerta se abrió se encontraba Lili de brazos cruzados esperándola.

──¿Piensas decirme en donde estuviste toda la tarde?──frunció el ceño observándola.

──Hola Lili, ¿Como estás? Bien, pues yo también.. de hecho mí día fue algo agitado, ya sabes lo de siempre, chicas molestas, rumores, chistes sobre el físico de las personas y todo lo que una escuela nueva trae──contestó utilizando un tono de voz irónico──Pero quitandole eso.. yo creo que bien──comenzó a caminar hacia su habitación.

Lili apretó sus ojos junto con sus manos──Sadie Sink, te quiero ya mismo en la cocina

──Oh no te has enterado por lo que veo, así que voy a informarte.. ya no recibo órdenes

───Las mías si──murmuró acercándose a su hija──Te cambias esa ropa horrorosa que llevas puesta y te pones esto──le acercó un vestido color rosa pastel entregándolo.

Sadie elevó una ceja──Genial ¿Acaso quieres que me parezca a frutillita y no me enteré?

──Esta vez no vas a escapar de la cena──cerró la puerta con seguro──Y antes de que lo pienses, arregle la ventana y también está trancada

──Increible──bufó murmurando──Soy prisionera en mí propia casa

Lili caminó hacia la cocina──Ve a cambiarte.. los invitados llegarán en cualquier momento

Sadie rodó los ojos y subió a su habitación, se dió una ducha y tomo el vestido rosa, si no lo utilizaba sabía lo que se vendría, no entendía porque su madre pretendía que fuera perfecta.

Se miró al espejo utilizando el vestido, el cuál era ajustado en el busto y acampanado debajo llegandole hasta las rodillas──Hello Kitty se sentiría ofendida si me viera usando esto

Tomó su celular para ver las notificaciones, tenía 150 mensajes, todos de Sabrina. Soltó una risa y abrió el chat, su amiga definitivamente no estaba bien de la cabeza, eran todas cosas de gatitos, continúo observando los chats hasta que un número que no tenía agendado le habló, se trataba de Finn. Inconscientemente sonrió y le contestó, aquel chico comenzaba a agradarle cada vez más.

Su madre volvió a gritar que bajará a poner la mesa, ella resopló rodando los ojos y comenzó a bajar las escaleras, eso de que un hombre que no conocía cenará repetidas noches en su casa, no le gustaba nada, incluso comenzó a sospechar de que no se habían mudado solo por su expulsión de la otra escuela, sino porque Lili ya estaba saliendo con alguien.