Me despierto debido al sutil y frío viento que entra a través de la ventana, dejada abierta por despiste y dejadez. Miro el reloj y solo marcan las seis de la mañana, podría estar durmiendo una hora más -pienso mientras me voy deshaciendo de las sabanas que tapan mi cuerpo-. Estoy mirando mi armario pensando que ponerme hasta que me decanto por unos vaqueros de tiro alto, junto con una camiseta básica blanca que cubriré con mi sudadera favorita. Me encantan las sudaderas, pero esta, más que bonita es especial, tiene inscrita la frase "mira bien y encontrarás la puerta de la verdad", una frase muy típica de mi padre, que critica la gran obsesión del ser humano por creer solo aquello que puede ver y tocar.
Una vez ya preparada, bajo a la cocina donde se encuentran mis padres discutiendo con mi hermano sobre el llegar tan tarde a casa.
- Samuel, lo que pretendemos decirte, es que no puedes llegar todos los días de madrugada. -Aclaró mi madre mezclando la seriedad con la dulzura
- Venga ya mamá, ¿de qué os quejáis? Tengo todo matricula estando en la universidad, estoy en el equipo de baloncesto, soy uno de los mejores jugadores ¿y me venís con quejas?
Mmmm, aquí huele a salseo (^_^)
-Mira no hay que decir nada más, tendrás la edad que quieras, sacarás las mejores notas y serás todo lo bueno que seas en baloncesto pero mientras sigas viviendo bajo nuestro techo se hace lo que digamos, ¿no estás de acuerdo? Pues te lo comes o te buscas otra casa donde vivir- Sentencia mi padre con autoridad.
Mi hermano se rinde ante el comentario de nuestro padre y se limita a terminar el desayuno.
Y ese es mi hermano, Samuel, es un amargado y un enfadica pero no lo cambiaría por nada en el mundo no, mejor lo malo conocido que lo bueno por conocer ¿no?
Que mala que eres- cállate conciencia- vale vale, me callo perdona
Bueno, continuo antes de que me vuelvan a interrumpir- ¡oye! ya te pedí perdón...- te voy a ignorar. Mi hermano es guapo, no lo voy a negar, todas las chicas babean por él pero a él no le interesa eso de estar con alguien, dice que es una perdida de tiempo aunque yo no me lo creo, sinceramente pienso que esas escapadas nocturnas son para ver a su amante secreto- uhhhh que misterio todo- si, ¿verdad? Mi hermano tiene el pelo rizado, color pelirrojo y, es cierto lo que dijo antes, es un cerebrito, siempre ha sido el mejor de la clase, yo en cambio no me definiría así, tengo buenas notas pero no para decir que soy la mejor, ni para presumir de ellas.
Me termino el zumo de naranja que mi madre me había preparado y observo como el móvil comienza a vibrar dándome a entender que ya estaba aquí, cojo mi mochila, me despido de mis padres y salgo a la calle encontrándome con un coche enfrente y una conductora muy sexi, Lexi, mi mejor amiga.
- Hola hermosa!! ¿Preparada para escuchar a la seta?
- Tía, no me lo recuerdes, yo creo que esa mujer me odia a muerte- seta es el apodo que le pusimos a nuestra tutora y profesora de inglés debido a su peculiar corte de pelo en forma del, ya dicho, dicho mote.
- JAJAJA ¿y quién le cae bien a esa mujer? Ni al empollón de la clase le tiene aprecio.
- Uy Roberto, algún día se le cae el brazo de tenerlo tanto levantado, si es que no le llegará la sangre- ambas nos reímos sin parar.
Lexi aparca y salimos, todos los chicos se quedan observándola, nenes que se os cae la baba. Mi mejor amiga es ese tipo de chicas que no pasa desapercibida, es guapa, con sentido del humor y además se le dan bien las mates, lo tiene todo.
- Bueno, bueno si están aquí mis dos bombones.
- Bueno, bueno si está aquí nuestro pintor no tan favorito- Decimos ambas imitándole.
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Mi gran misterio eras tú
Ciencia FicciónHay tantos misterios en la vida que la probabilidad de resolvernos es completamente nula, pero eso no quita de que sea posible. Y aquí es donde entro yo, una estudiante de secundaria que siendo arrastrada por las fantasías de su padre se aventura en...