Forastero | Staxxby en Karmaland

Capítulo 23

Willy había despertado hacía un rato, sabía que tenía que levantarse, recoger su cama y continuar con la búsqueda, pero tenía un pensamiento azotando su cabeza. Llevaba casi diez minutos continuos aún recostado en su saco de dormir, mirando fijamente a su compañero, y es que era la primera vez en muchísimo tiempo que salía de excursión sin Vegetta, usualmente era él quien lo acompañaba, lo guiaba, lo cuidaba y lo protegía, pero las cosas habían cambiado, ahora él había estado alejándose de él y acercándose a Rubius, jamás lo diría en voz alta pero le molestaba un poco aquello, los primeros meses se basaron en él intentando llamar la atención de Vegetta, pues le había dolido su distanciamiento. Es por eso que ahora se sentía tan confuso, quería extrañar a Vegetta, realmente le hubiese gustado que él lo acompañase, pero en el fondo de su corazón Willy sabía que no se sentía tan decepcionado como pensaba, le alegraba en cierto modo que quien lo acompañase fuese Fargan, que a veces podía ser un pesado, pero en el tiempo en el que había estado detrás de Vegetta, él había estado a su lado sin que se lo pidiese; si se le ocurría hacer alguna travesura por Karmaland, ahí estaba él apoyándolo; si quería hacerle alguna maldad a alguien, Fargan no dudaba en ser su cómplice; y si cometía algún error accidental, él no diría una sola palabra. Fargan había estado ahí para él todo el tiempo y apenas lo notaba.

Fargan comenzó a despertarse, primero despegó un poco sus ojos, luego los cerró con fuerza para bostezar y estirar sus brazos y espalda. Cuando finalmente pudo convencer a su cuerpo que estaba despierto se sentó y miró a su lado. Willy tenía los ojos cerrados aún, al parecer aún no despertaba, no lo molestaría enseguida, es más, lo observó por un par de segundos en silencio, pero no tardó en obligarse a dejar de mirarlo, sólo suspiró.

Mientras se levantaba y recogía su saco de dormir lo atormentó el pensamiento que no le permitió dormirse temprano aquella noche. Willy quería que Vegetta lo acompañase, y él se interpuso, quizás por eso no estaba muy de humor al comenzar la expedición, no sólo por que estuviese preocupado por Alex, sino que también porque había interferido con aquello. Pero había sido un impulso, en lo profundo de su ser él no quería Vegetta acompañara a Willy, por eso se ofreció de manera tan repentina.

No tardó mucho en guardar su cama, ahora llenó sus pulmones de aire e instauró su faceta de chico alegre y burlesco, ahora sí podía despertar a Willy. Se apoyó sobre una rodilla y puso una mano sobre el costado de Willy, moviéndolo con suavidad.

-Willy tío –Llamó, en una voz no muy alta, no quería asustarlo.

-Mh... -Willy hizo un pequeño ruido.

-Arriba, que tenemos que seguir –Soltó una leve risa.

-Sí, ya voy –Dijo con algo de pereza.