Santiago.
Llegue al concesionario y cuando entre, ya el amigo de Lara me esperaba con el carro.
Lara no se había equivocado. El carro quedo como nuevo. Quede impresionado del trabajo realizado por su amigo.
–Quedo impresionante. - le dije a Jota.
Sonrió en seguida por mi expresión. Era un buen trabajo.
–Espero que lo disfrutes hermano y saludos a Lal.- me dijo mientras se despedía. Dije si, sarcásticamente. Sobre todo, le mandaría saludos a Lara. Ni siquiera nos hablábamos y ahora menos.
Me monte en mi mercedes benz, ya me hacía falta.
Pero antes de irme del lugar, se me ocurrió ir a saludar a Daniela.
Ojalá estuviera por ahí, coquetear un momento no me haría mal.
Y más sin nadie que estropeara mis planes, como lo hacía Lara siempre.
Ya no tenía oportunidad con Blair y Alison. Mis pasatiempos favoritos, sabía que no estaría más con ninguna o por lo menos solo con Blair. Que era la más dolida en este asunto.
Como era de suponer, ahí estaba Daniela en la caja, con su cabello rubio suelto y sus gafas que la hacían verse como una actriz porno. Tenía un escote que mostraba sus increíbles atributos.
Daniela tenía unas curvas de muerte, era alta. Alta y con curvas estilizadas que provocaban muchos malos pensamientos en mí.
–Hola preciosa. - le dije.
Se puso roja de inmediato. Impresionada a mi aparición ahí.
–Hola Santiago. - me sonrió.
Se apoyo un poco en el mostrador, donde podía obtener una mejor vista de su busto. No sabía si lo hacía a propósito o que.
–Que haces por aquí? - pregunto en seguida.
–Vine a buscar mi carro. - respondí acercándome un poco más.
–Y esta vez no viniste acompañado. - dijo mientras se bajaba los lentes.
–No. Estoy más solo, lástima que no tengo compañía hoy. - le dije mientras le sonreía.
–Lastima de verdad. - le dije.
–Quieres hacer algo? - le pregunte.
–Salgo dentro de 30 minutos. Si puedes, me esperas y hacemos algo guapo. - sabia por dónde venía sus insinuaciones.
Por fin algo me estaba saliendo bien con una chica. Durante 4 semanas mis planes con mujeres se habían entorpecido.
–Yo te espero preciosa, estaré afuera en mi carro. - le sonreí y saqué las llaves de carro.
Ya afuera sintonicé la radio y la cambie varias veces mientras esperaba.
Daniela salió con su cartera y pude ver como estaba vestida. Usaba un vestido pegado que resaltaba sus curvas y ya el impresionante escote que me había dejado embelesado.
Se subió al carro.
Se quito los lentes.
–A donde quieres ir? - pregunte.
–A mi casa, nos podemos tomar unas copas allá. - respondió seguro de sí misma.
Soltó un suspiro como se cansancio y saco algo de su cartera con lo que se amarro su cabello largo en una coleta alta.
Pude notar su tatuaje en el cuello. Era una mariposa.
Se le veía tan sexy, tuve que apretar el volante para calmar mis partes.
–Disculpa, es que estoy cansada. Trabajo todos los días. - dijo.
–Claro, tranquila. - esta mujer de verdad que me inspiraba cosas malas para hacerle.
Así prendí el carro y nos fuimos de inmediato.
Y a pesar de todo, aquí estaba. Siempre tendría esa magia con las mujeres. Siempre seria el mismo Santiago.
Ya estaba seguro de lo que me deparaba la tarde o, mejor dicho, la noche.
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Aléjate o déjate llevar
Teen FictionLara y Santiago, muy diferentes pero al mismo tiempo tan iguales, con las mismas ganas de comerse al mundo. Lara es una chica fuera de lo común, desde su aspecto hasta su personalidad ruda y fuerte, chocara con Santiago al demostrar de verdad que un...