Dicen que en la vida nada es casualidad.
En un tiempo muy lejano cuando niña soñaba ser pintora, siempre estaba observando unas telas que adornaban el living de mi casa, las había traído mi abuela de Europa, pensaba que cuando terminara el colegio, entraría a estudiar arte, sin pensar que mi destino sería muy diferente, del cual jamás me arrepentire.
Una tarde de verano me asomó por la ventana de mi casa y la mirada se cruzó con el balcón que estaba cruzando la calle, ahí estaba un joven muy apuesto con unos jeans y una camisa rosada, tenía unas enormes patillas y un cigarro en su mano, el sin notarlo que era observado seguía fumando, se había mudado a casa de su hermana quien era mi amiga, la que luego nos presento, se veía algo tímido, pero con el tiempo se integró bastante bien a mi familia.
Una tarde cruzando la Alameda con mi prima me pidió si quería ser su novia, creo qué lo esperaba y al día siguiente le dije que si, me dio el primer beso y hablo con mis padres para pedir permiso, ellos aceptaron, porque era un buen chico y se había ganado su confianza sobre todo de mi madre.
Luego de un tiempo nos encontrábamos en el altar consolidando nuestro amor ante Dios, fue un momento maravilloso salir de la iglesia como su esposa, asi transcurria mi vida junto a ese joven de largas patillas, de a poco logramos equipar nuestra casa, teniamos una felicidad casi completa solo faltaba que llegaran mas integrantes alegrar nuestras vidas.
Luego de algunos años ya teniamos dos hermosos hijos, los cuales llenaban la casa de alegria y nuestros corazones de amor, eran unos niños encantadores y muy estudiosos, eran el ejemplo de todos y asi continuaba mi vida junto a estos tres grandes amores.
Una tarde volviendo del colegio con los niños, se nos cruzo una hermosa gatita angora, estaba tan solita en la calle y con hambre que los niños de inmediato la quisieron adoptar y paso a ser parte de nuestra familia, era muy linda y regalona.
Los años pasaban y esos dos pequeños chicos ya eran unos apuestos jóvenes, sin notar que el tiempo había pasado estaban entrando a la universidad, nosotros eramos los padres mas orgullosos del mundo, cómo podíamos imaginar que ya eran casi unos hombres, yo aun los veia como niños.
Pero esa felicidad sin que nadie lo notara tenía plazo fijo, el padre se enfermó grave y nada se pudo hacer, una triste mañana de junio aquel hombre que era todo para su familia dejaba este mundo y a todos sumidos en un profundo dolor.
Esos hijos maravillosos me apoyaron y me ayudaron a superar en parte tan gran perdida, con cariño y mucho amor, cada día tenía una razón más para vivir y luchar por esos dos niños que ya se estaban convirtiendo en unos tremendos hombres, de los cuales estaba completamente orgullosa y desde luego su padre del cielo también lo estaba.
El tiempo paso demasiado rápido sin que nadie lo notara y mis pequeños niños ya eran adultos y habían elegido su propio camino juntó a quien sería su compañera de vida.
Formaron junto a sus esposas sus propias familias, quienes me han dado tres hermosas nietas unas niñas muy encantadoras a quienes amo con todo mi corazón, siento ese cariño del cual soy correspondida por estas tres pequeñas que también son parte de mi.
Esa niña que en un tiempo muy lejano soñaba con ser pintora, ahora tenía una oportunidad para hacerlo, a pesar de los años ese sueño aún estaba ahí.
Una mañana fui a la universidad y me inscribí en unos talleres de dibujo y pintura, era tanta mi dicha que ansiaba tener mi primer cuadro y sin notarlo mi pared estaba repleta de ellos, mi sueño se había cumplido, se que mi ángel de arriba también ayudo.
Ahora se que en la vida nada es casualidad.
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Vivencias
RomanceEsta es una dulce y triste realidad donde el amor y el dolor se unen para mantener un hermoso recuerdo.