Mala Estrella.© ⭐👼

1.- Los que Nacen Estrellados

—Pero… ¿Qué demonios te paso?

Una fuerte alarma comenzó a sonar pero en seguida se cayó al notar que la mención al “demonio” venía de la oficina de Arthit, el Ángel en Jefe de la Sección de Casos Sin Remedio. Así que la Deidad le daba ciertas licencias a este ángel temperamental.

—Kongphob– dijo el ángel sencillamente.

Arthit golpeó su frente con la palma de su mano. Su compañero parecía un pollo desplumado, no le quedaba ni un lugar sano a las plumas de sus alas.

Estaba sucio, desaliñado, quemado en algunas partes, Arthit lo rodeo y observó el daño.

—¿De verdad? Pero…

Un ángel alto moreno y con unas preciosa alas perfectas entró mirando a ambos ángeles.

—¿De nuevo?

—Sí, P– Arthit puso cara de dolor.

—Ve a ver a Ai'Phana para que haga lo que pueda con tus alas, Nong'In.

—Si, P'Ahn.

Arthit regreso a su escritorio, era realmente una catástrofe.

—¿Cómo es que…?

—No quiere saberlo P, realmente no quiere.

El alto y guapo ángel sonrió negando.

—Debo ver a quien envío con Kongphob, el chico no puede estar sin un ángel.

—A eso vengo, N'Arthit.

—¿Quieres hacerte cargo de Kongphob, P?– dijo con mirada esperanzada.

—Desde luego que no, mis alas están perfectas gracias a N'Two. Se trata de la Deidad. Él quiere verte.

Arthit tragó saliva, eso no era bueno, pero ya lo esperaba. Claro con tal cantidad de ángeles heridos y con alas desplumadas era un milagro que no lo hubieran llamado antes a la presencia de su maestro.

Camino tras P'Ahn con la cabeza agachada y los ánimos por los suelos.

—Arthit– dijo la Deidad y el chico se encogió más.

—28 ángeles y no ha llegado ni a medio año.

—Lo sé.

—El chico es una alma buena.

—Lo sé.

—Pero ningún ángel es capaz de permanecer a su lado sin que sus alas terminen desplumadas.

—O fritas– murmuró él ángel.

La mirada penetrante de la Deidad lo hizo esconderse tras P'Ahn.

—Pero no es mi culpa.– susurro asomando la cabeza.

—Ah eso lo sé, pero ya no quedan ángeles para enviar… de hecho ninguno bajaría por voluntad propia. ¿Qué harás?

Arthit frunció el cejo, ¿Qué iba a hacer? Bueno, Naleya le patearía el trasero si dejaba a su hijo sin ángel.