Nadie quería a un alfa que no pudiera defender su posición como tal. TaeHyung había sido rechazado, maltratado y apartado por todos por el simple hecho de no ser el típico prototipo de alfa dominante e imponente que vestía de negro.
Ningún omega se...
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"A veces el destino se divierte haciendo que se conozcan personas que no pueden estar juntas"
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No hay nada más auto-destructivo que acostumbrarte a ser maltratado. Sabes que está mal, que no mereces eso, que no debe ser así; hay una voz en tu cabeza que te lo repite una y otra vez, pero es inútil, no puedes hacer nada al respecto y la única solución es aceptarlo y tratar de vivir con ello, finalmente terminas acostumbrándote.
TaeHyung sabía aquello, pero no podía hacer nada para cambiarlo, no cuando todos estaban en su contra, cuando lo único que recibía era odio e insultos por parte de cada persona a su alcance, su sola existencia era una deshora para su familia y un fastidio para quienes lo rodeaban día a día.
— ¿Estás bien? — Jamás olvidaría la primera vez que escuchó aquellas palabras luego de tanto tiempo, su rostro completo se deformó en confusión y creyó estar delirando, aquello no era posible.
Elevó su vista y sus ojos enfocaron una mano justo enfrente de su cara, ladeó su rostro incrédulo, ¿Aquel sujeto realmente le estaba ayudando? Su nariz olfateó curioso y fue su turno del chico mirarle curioso. TaeHyung bajó su cabeza totalmente avergonzado y sujetó la mano del chico para ponerse en pie.
— Graci- — Las palabras murieron en el aire cuando el sujeto dio media vuelta y se fue, así sin más.
TaeHyung soltó un suspiro derrotado, aquello era lo mismo de siempre, pero tan diferente.
