Destino Inesperado [Shadamy]

Capítulo 31

Era el mes de Noviembre ya, exactamente la primera semana, lo que significa que el ambiente navideño y las decoraciones tanto como la música característica de esta fiesta estaban ya a punto de hacerse presente y tomar de mucho protagonismo. Lamentablemente, todos los planes que Rose tenía para estas fechas están a punto de irse al basurero por cómo está su relación con Shadow.

La familia de Amy se encontraba muy feliz mientras abrían las cajas ya mencionadas anteriormente; aquellas cajas las cuales contenían todos los adornos navideños, listos para colocarlos ya sea en el interior y exterior de la casa. Era un momento muy emocionante para Vainilla y Cream ya que en ese mismo día querían decorar todos los exteriores. Aunque, quizá para las conejas era muy bonito, Amy se la pasaba pensativa y preocupada; habían sido muchos los momentos los cuales Vainilla tuvo que darle un pequeño empujón para hacerla volver a la realidad.

Mientras Vainilla y Cream retiraban el poco polvo que tenían los adornos muy entusiasmada, Amy sólo estaba sentada en el sofá mientras veía a las dos personas más importantes en su vida ser felices; cuánto le habría encantado estar de esa manera, sintiendo aquellas emociones y sentimientos, pero por más que quería olvidar toda negatividad de su mente, no podía ser capaz de dejar de pensar en Shadow, quien nunca la había llamado desde aquel día en donde tuvieron comunicación en la cocina de su residencia, lo que la hacía pensar que a él no le interesa la relación.

—Pensé que estas bombitas se habían malogrado, ¡Pero veo que no! —comentaba Cream alegre.

—Sí, cariño, están en buen estado. —dijo Vainilla sorprendida.

La mayor fijó su vista en su hija Rose, quien seguía fuera de la realidad, así que suspiró cansada y con tristeza. Esta quería pedirle de su opinión sobre los adornos y cómo es que siguen vivas aquellas bombitas navideñas, pero no se podía debido a que ella ha estado muy distraída y triste. "Cream"; mencionó mamá Vainilla tras haber recibido una idea en su mente.

—¿Sí, mamá? —asintió la coneja.

—¿Puedes ir a preparar limonada para nosotras tres? Por favor, te lo agradecería mucho. —pidió Vainilla.

—¡Claro, mami!

Después de la respuesta afirmativa, Cream dejó a su mamá sola junto con Amy la cual seguía sentada en el sofá. Vainilla se puso de pie ya que estaba de cuclillas, y se sentó al lado de Amy, de esta forma sacándola de sus pensamientos. Rose la miró, y le dedicó una sonrisa fingida la cual resaltaba pena y tristeza.

—Amy, sé que estás preocupada por tu chico, pero disfruta del momento con nosotras, cariño. —hizo Vainilla otra petición, pero esta vez se sentía triste por su hija.

—No puedo, y si lo haría, estaría siendo un fraude porque sólo estaría fingiendo mis emociones de estar con ustedes. Me sentiría más culpable de lo que ya me siento. —explicó Rose, y Vainilla sólo se molestó un poco.

—Espera, ¿Por qué tú te sientes culpable? ¡La culpa es de Shadow quien no te entiende! Él es el que debería estar sintiéndose de esa forma, ¡No tú! —decía Vainilla volviendo a sentir ese odio hacia el erizo negro.

—A él ni siquiera le importa al parecer; ni me ha llamado. —dijo Rose molesta, y con ganas de llorar.

De pronto, el sonido del teléfono de Rose el cual estaba en su habitación comenzó a sonar; no sonaba tan fuerte, pero era audible para ambas. Amy, con esperanzas de que sea su erizo, se retira de allí rápidamente, y subió las escaleras para contestar a la llamada.

Aquel sonido poco a poco se iba reproduciendo más fuerte ya que Rose había llegado ya a su habitación. Con algo de emoción y con una leve sonrisa y un brillo en sus ojos jade, esta alza el auricular con toda su fe en escuchar la voz del erizo negro, pero no fue así.