Mi camino... serás tú?

58-. Teniente

- Hola Hiromi

- Hola Homura-san

- ¿Por qué tan feliz? Tienes una gran sonrisa.- la chica se sonroja

- Es que tuve la oportunidad de acompañar a Haschwalth-sama a la salida.- lo decía con un gran suspiro

- ¿El Quincy?

- Si, seré la envidia de todas y gracias al Sotaicho, ya que si no hubiera marcado no hubiera tenido esta oportunidad de acompañarlo a la salida

- En verdad no se que le ven

- Eso lo dices tu pero la mayoría del escuadrón están hechizadas por Haschwalth-sama.- pero no lo dice molesta.- ademas ya sabemos que tu solo tienes ojos para nuestro Oficial.- lo dice en tono pícaro

- N...no se de que hablas.- hace que se sonroje la rubia

- Por esa razón no encuentras ni lindo, ni encantador, ni guapo a Haschwalth-sama, por que todas esas cualidades solo las vez en Kano-san.- ahora si estaba mas que colorada

- ¡Hiromi! Ya por favor.- la recluta solo sonríe divertida

- Ok, ok ya lo dejo.- le toca el hombro.- será nuestro secreto a voces

- ¡¡¡Hiromi!!!

- Tranquila solo estoy jugando

- No es lo que crees.- suena muy avergonzada.- yo solo lo admiro 

- No tiene nada de malo Homura-chan, yo creo que también siente algo por ti.- la rubia la mira con mucha ilusión, pero luego su humor cae

- Si, pero solo es cariño, ya que soy hija de su amiga y jefa

- No lo creo.- le brinda una sonrisa sincera.- pero si a nuestro Oficial se le ocurre romperte tu corazón y aunque lo queramos mucho estamos de tu lado

- Hiromi.- se cubre su rostro con la carpeta que tenia en las manos.- no me digas que todos...

- La mayoría si, pero no te preocupes, nadie se atrevería a decirle algo.- la rubia la ve con ojos de temor.- y aunque sea muy listo, sea excelente en su trabajo en el ámbito sentimental nada mas no da ni una. Así que puedes estar tranquila

- Yo... ya no me vuelvo a meter contigo

Hiromi suelta una carcajada.- lo siento, no era mi intención chivearte

- Eres muy cruel.- su colega solo le sonríe divertida

- A todo esto, ¿que te trae por estos rumbos?.- cambia de tema ya que la rubia estaba demasiado avergonzada

- Oh, si.- se medio recupera.- venia por unas firmas.- pero aun se veía colorada

- Si gustas puedes tocar, todavía hace un momento aun estaba al teléfono con el Sotaicho

- Mmmmm... me asomare entonces

- Esta bien, yo te dejo que aun tengo que archivar unas cosas

- Muchas gracias y por favor...

- No te preocupes, que de mi no sale nada.- hace el ademan de echarle llave a su boca.- nos vemos

Y la joven se va. Homura aun toda avergonzada decide mejor tratar de olvidar esa conversación y entrar con su madre.

Toca pero no recibe respuesta, toca de nuevo y nada... definitivamente raro. Se anima a abrir la puerta y solo hay silencio.

- Mamá.- dice mientras entra, solo nota que la silla esta de espaldas al escritorio. Se empieza a acercar.- ¿Mamá?.- al asomarse la ve ahí muy pensativa aun sin notar su presencia.- ¿Mamá.- alza mas la voz a lo que la pelinegra reacciona volteando a verla.- ¿estas bien mamá?.-pregunta preocupada