El chico de la falda Rosada. [Yaoi/Gay] [Editando]

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Estaba furioso con Nai, había caído nuevamente en la tentación, en que mis manos aprisionaran esa cintura que jamás se me había dado. Después de que Mika salió destrozado de la oficina de Vander y traté de gritar su nombre para qué el viniera hacia mis brazos y pedirle perdón esté simplemente no lo hizo. Soy tan estúpido.

Volteé hacia donde estaba Nai, que se encontraba sentado encima del escritorio con las piernas cruzadas y mirando la escena con una amplia sonrisa. Eso me hizo enojar más. Camine echó furia hacia él y lo tomé de los hombros fuertemente.

-¡¿Esto era lo qué querías?! ¡¿No te basto rechazarme en aquella estúpida graduación?! ¡Sino que también arruinaste mi futuro con Mika! ¡¿Qué más quieres Vander?! -Lo removía bruscamente de lado a lado mientras él me veía con terror -¡¿Qué más quieres acabar de mí?! Dime realmente lo que estas planeando para terminar de una buena ves con ese cuerpo tan lindo que tienes.

-¡Jeremy basta! ¡lo que menos quería era hacerte daño yo...- Lo tomé bruscamente de las mejillas y lo miré con enojo. -Perdoname Jeremy...-Habló lentamente. Lo solté con una mirada de desaprobación. -Yo...tienes todo el derecho de culparme, de odiarme, incluso de matarme...ya no me importa porque sé que todo lo que me esta pasando respecto a ti, me lo merezco.

Lo miré. Él continuó hablando.

-Pero no es algo que yo decidí...el quererte simplemente se dio.

-No es cierto. Ese "Gustar" -Hice comillas con mis dedos. -Solo se dio porque era algo a lo qué ya no podías tener. Te gustan las cosas difíciles eh Vander, te da placer el decir que ya lo obtuviste pero está vez no Nai no voy a caer...no quiero hacerlo.

Me miró y supe que estaba mal cuando sus ojos emanaron una ternura que no había visto desde hace tiempo, y cuándo el comenzó a llorar en silencio mi corazón se rompió y los recuerdos de aquel chico del cual me enamoré en preparatoria habían surgido. Quera gritarle, "Ven, estoy a tus pies nuevamente" Pero fue algo qué mi corazón decía, mientras la parte razonable seguía insistiendo en que este no era el camino. Qué algo iba a pasar y no sabia qué.

-Nai...perdoname...

Camine lentamente hacia él. Se inmutó durante un momento pero luego se abrazo de mí como si su vida dependiera de ello. Este chico tenia mi estabilidad por los suelos. Lo odiaba pero estaba enamorado de él.

Tomé su rostro y lo acune entre mis manos, lo miré durante un largo tiempo, inspeccione su rostro, no quería perderme cada detalle. Su cabello negro mojado de las esquinas por las lágrimas que derramaban sus ojos azules, esos lindos ojos que habían capturado mi atención, sus mejillas estaban rojas al igual que su nariz, sus pequeñas pero notables pecas relucían sus labios carnosos y teñidos de un rosa coral.

Me acerqué lentamente hacia él, nuestras respiraciones chocaban entre sí. Ahí supimos que nos necesitábamos. Unimos nuestros labios en un fogoso beso, cómo si nuestros cuerpos comenzaran a encajar y se hubiesen vueltos locos por la ausencia del otro. Él enredó sus dedos entre mis cabellos intensificando el besó.

No había punto de comparación de lo qué Nai me hacia sentir. Era mágico, era único...era Nai...