-¡Jones! Su poción es un desastre ¿Acaso no ha aprendido nada en estos años?
Callie escuchaba las reprimendas del profesor Snape esperando que la tierra se la tragara.
La verdad era que su poción era un desastre, olía a césped recién podado y había adoptado un color grisáceo cuando debería de ser rosa.
-Deberías tomar como ejemplo al señor Whitby. Sus pociones al menos son aceptables. Si cumpliera con alguno de los deberes que deben hacer, no me sorprendería que llegue a ser el mejor alumno que he tenido en años.
Luego de lanzarle una mirada de desprecio a Callie y derramar "accidentalmente" su poción, dio por finalizado la clase y los alumnos comenzaron a salir de las mazmorras.
-Quiero que limpies tu desastre. Y nada de hechizos limpiadores, si los utilizas lo sabré.
Snape y su túnica flameante dejaron el aula atrás.
Callie agarró el tintero convertido en trapo que Snape había dejado caer a su lado y se agachó para quitar la grumosa poción del suelo.
La sustancia se secaba rápidamente, si esperaba para quitarla, le sería imposible despegarla del cemento.
Dos zapatos negros de charol se posaron frente al enchastre. Era Oliver.
-¿Venís a burlarte de mí?-le preguntó con media sonrisa mientras no paraba de refregar.
-En realidad venía a ayudarte pero si no me necesitas puedo...-
-No, no, no, no, ayúdame por favor- le suplicó juntando las manos en el pecho en forma de rezo.
Oliver sacó un frasco de un bolsillo y lo llenó de la poción rosada.
-Esto nos va a ayudar con nuestra venganza contra Karina.-le respondió con una mirada llena de malicia.
Callie llevó el trapo a una pileta y lo escurrió para finalizar su trabajo.
- ¿Estás seguro de que quieres hacerlo?- cuestionó ella. No le agradaba la idea de que los atrapara Filch con las manos en la masa.
-Pero, claro que sí. Estuve pensando toda la noche en lo que podríamos hacer. Se me había ocurrido arrogarle caca de Doxy en la cabeza, pero creo que tu poción va a ser aún peor.
-¡Hey!- Callie frunció el ceño pero no lo pudo mantener, Oliver se veía tan entusiasmado que le resultaba imposible.
- Tenemos unos... 5 minutos para llegar a la terraza del primer piso. Karina y su grupito siempre salen a los terrenos a molestar alumnos más chicos luego de pociones. ¿Cómo sabía él tanto de ella? No podían ser cercanos, si lo fueran lo la estaría ayudando a vengarse.
- ¿Qué esperas? Tenemos que subir dos escaleras y rodear cientos de alumnos que salen de sus clases, ¡Vamos!
Los dos alumnos echaron a correr por los pasillos abarrotados, Callie no tardó mucho en extraviar al Slytherin. Se paró en puntillas para poder localizarlo pero solo veía cabezas desconocidas.
Sintió que alguien la tomaba por la mano y la arrastró corriendo hasta poder despejarse de tantas personas. Oliver abrió una puertecita escondida detrás de un cuadro de unas brujas preparando pociones y pasaron por ella.
Jadeantes pero sonrientes y risueños lograron llegar a la terraza.
Oliver sacó el frasco y se apoyó en el borde con los codos, mirando hacia abajo. Callie nunca había estado en ese lugar. Sentía el viento correr y desde allí se veían los verdes pastos de los terrenos.
El lago estaba revuelto, el calamar gigante debería estar despierto. Se posó al lado del chico que estaba con ella.
-Este es un lugar muy lindo.
-¿Lindo? Eh, si eso creo.- le respondió frunciendo los hombros sin despegar la mirada en busca de Perkins.
-¿Vienen tus amigos aquí contigo?
-Nunca había traído a nadie a este lugar. Es donde me refugio para... pensar- dudó un poco antes de decirlo.
-¿Pensar? ¿Sobre tu tarea o sobre si tus zapatos brillan lo suficiente?
Oliver soltó un resoplido y le sonrió con sus dientes perfectos.
- Digamos que algo así ¡Ahí esta!
Callie bajó la mirada tan rápido como pudo y logró ver la cabeza de Karina y su peinado perfecto antes de que una solución espesa le callera encima.
Rápidamente Oliver se agachó tras el tapial para que no lo pudieran ver. Al ver que Callie no bajaba por lo sorprendida que estaba, la agarró por la muñeca y la tiró para abajo. El movimiento repentino la hizo caer sobre él. Sus ojos se encontraron y sus respiraciones pararon.
Callie se levantó con las mejillas ardiendo. Sentía su corazón golpear su pecho con una intensidad descomunal.
El chico hizo lo mismo y sacudió su túnica sin mirarla a ella.
Grititos que provenían de abajo los sacaron de su ensimismamiento.
-Creo que tenemos que irnos- propuso Callie.
La caminata de vuelta estuvo llena de confusiones. ¿Qué acababa de pasar? Ya estaba acostumbrada a tropezar, es más le había pasado lo mismo con varios de sus amigos pero nunca se había sentido así.
En ese momento sintió que no podía respirar, los ojos verdes la estaban mirando fijamente y eran lo único que ella podía ver. Se sentía acalorada, el fuego de la sala común que solía parecerle acogedor, le resultó sofocante.
Pepper salió de la nada a preguntarle cómo le había ido con Snape, pero Callie le explicó que no se sentía bien y se fue a su dormitorio luego de pedirle que la buscara a la hora de astronomía.
Necesitaba pensar en lo que había pasado.
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Slytherpuff, querer o amar.
FantasyEn el mundo creado por JK Rowling que ya conocemos, se desarrolla la vida estudiantil de Callie, una Hufflepuff apasionada por las criaturas mágicas. Reina la tranquilidad y el amor, hasta que el egoísmo y los celos de alguien inesperado irrumpen.