Eran aproximadamente las 2 de la tarde, Sakura y Sarada preparaban la comida, cuando de repente, se escuchó que abrieron la puerta principal, Sarada sin dudar y casi dejando caer el molde donde preparaba la mezcla para las bolas de pulpo, corrió hacia la entrada, y una cara de sorpresa cubrió su rostro.--Okairinasai, que bueno que estés de vuelta papá-- dijo acercándose a él, dándole un abrazo.
-Estoy en casa, Sarada--dijo Sasuke, acariciando la cabeza de su hija.
-Cariño, llegas a tiempo para la merienda- dijo Sakura con una grande sonrisa y posicionando su cabeza de lado.
-Gracias Sakura, iré a lavarme- Sasuke se quito la capa y se dirigió al baño, de regreso a la cocina, se quedó parado junto a la mesa con fotografías, miro la foto de los 3 y sonrió levemente, después tomó la de Sakura y Sarada un poco más pequeña.
Parecía ser de un evento importante, porque Sakura llevaba un kimono verde con decoraciones en rosa y Sarada a un lado de ella sonriendo, era una foto realmente hermosa, le llamó mucho la atención lo atractiva que se veía Sakura, ya había visto esa fotografía, pero nunca le había tomado tanta atención a Sakura, su cabello rosa cerezo estaba muy largo, llevaba un maquillaje discreto y eso le encantaba a él, y ese kimono, de repente se imaginó viéndola en persona en ese kimono y lo primero que le vino a la mente, fue quitárselo desperadamente para lanzarse a su exquisito cuerpo dejándose guiar por sus impulsos.
-¡Que demonios te pasa Sasuke!¿te pones así solo por verla en kimono? Mejor dicho imaginartela en kimono-
Sasuke hablo para si mismo, un poco sonrojado por sus impulsivos pensamientos, ¿pero que esperaba? Teniendo una mujer así por esposa, tan atractiva y sensual, porque aunque no lo parezca, Sakura es una mujer demasiado complaciente en el sexo, con una gran imaginacion y que puede volver loco a cualquiera, hasta al más engreído e indiferente Sasuke Uchiha.
Sasuke tenía demasiado tiempo sin estar con su esposa, había estado 4 meses fuera de la aldea y lo unico que deseaba era tener a su esposa desnuda en la cama, gimiendo y suplicandole embestidas duras y seguidas a su atractivo y sensual esposo.
Sasuke se dio cuenta de que su sexo estaba algo llamativo por todos esos pensamientos provocativos que le llegaron a la cabeza, y si, sólo por un maldito kimono.
-Sasuke-kun ya está lista la comida, ven ya que se enfría- Sakura saco de esos íntimos pensamientos a Sasuke y ella lo pudo comprobar viendo hacia su parte íntima, ya que Sakura se dio cuenta que el excitante gran trozo de Sasuke estaba virilmente erecto.
-Cariño, ¿en serio fuiste a lavarte las manos?- pregunto ella acercándose de frente a su esposo, ligeramente cerca, de verdad que era provocativa.
-Obviamente si, pero tengo más suciedad en la mente que en las manos-- Sonrió con picardia al ver que su esposa se mordió un labio.
-Mamá, papá, ¿que tanto se secretean que no vienen a comer? Pregunto Sarada un tanto molesta, pero al mismo tiempo feliz de ver a sus padres juntos.
-Ya vamos hija- Dijo Sakura demasiado tranquila y relajada.
Sasuke siguió detrás de Sakura sin despegarle la vista a su trasero, pero lo suficientemente cauteloso y discreto para que Sarada no lo notará.
Sakura actuaba de lo más normal, como si en ella no existiera la pervertida que hace unos momentos estaba con Sasuke en la sala, Sasuke la miraba de reojo recordando esos pensamientos impuros, cuando Sarada los interrumpió.
-¡Se me olvidaba! Tengo una misión con Konohamaru sensei- dijo mientras casi se atraganta con su bola de pulpo. -Hoy partimos a las 6 de la tarde y regresamos mañana por la mañana-- terminó sarada de dar su anuncio.
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Donde nadie ve.
FanfictionContenido lemon: Sarada se va a una misión con Honohamaru-sensei, Sasuke y Sakura se quedarán solos por toda una noche, así que aprovecharán sus instintos ya que su pequeña niña no se encontrará en casa.