Hay algo en las teclas del piano y el murmullo que sueltan al ser aplastadas. Es reconocible, como el aroma sutil que queda después de que la lluvia cae sobre la ciudad.
Yoongi práctica el mismo solo durante horas, notas que se repiten y caen en picada una tras otra, —su amor por el piano no cambió con el paso del tiempo ni después de distintas situaciones. Hubo algo en medio de las melodías, que lo hizo encontrarse a sí mismo. Un no sé qué, que se encargó de embargar cada sentimiento a su alrededor.
Su mente nunca navegó en silencio, e incluso antes de darse cuenta y ser consciente de los hechos, suaves nanas de cuna lo arrullaron. Como si cada una de las melodías que lo acompañaron estuviesen destinadas a envolverlo y ser parte de él.
Bullicio. Siempre estuvo rodeado por él. Notas sin acertar y maldiciones en medio de sus prácticas. Su vida estuvo finamente marcada por esos detalles, enredado entre sus partituras y con un corazón que solo parecía latir al compás de las melodías más hermosas.
Y entonces Seokjin ríe, y Yoongi quiere componer otra canción solo para él.
Los alrededores de Seúl lucen de forma increíble durante la madrugada. Seokjin conduce de forma tranquila por una carretera vacía, mientras Yoongi a su lado se esconde entre mantas formando una nube esponjosa. Sus pequeños ojos a penas y se ven, y sus manos juguetean con un vaso de café caliente. Hay un restaurante en las afueras de la ciudad, lleno de comida casera y rodeado por montañas. Si la memoria de Yoongi no falla, ese fue uno de los primeros lugares que el mayor documentó en su show. Su vida se basa en momentos y ese lugar escondido en medio de la carretera, se halla enmarcado como uno de los principales.
El inicio de uno de los pasos más grandes que dio.
Yoongi lo acompañó la primera vez y se siente extrañamente íntimo hacerlo de nuevo. Es como abrir cofres escondidos en su memoria y desenterrar los momentos especiales que envuelven su historia.
Fue un día largo entre viajes y comida. Con Seokjin y sus mejillas sonrojadas, y Yoongi sosteniendo su mano a cada instante. Se trata de un camino largo de vuelta a casa y por momentos, sus manos frías se encuentran de forma inexacta, mientras sonríen y se mantienen en silencio.
Seúl, la misma ciudad que los cobijó durante años. ¿Cómo se sentiría salir de aquella pequeña frontera? Cruzar los mares, y dejar atrás miles de barreras. Yoongi quiere preguntarle al mayor si su corazón late con emoción, como si se tratara de un niño pequeño frente a una gran aventura. Se trata de un incidente enorme, y uno de los pasos más grandes por afrontar.
Yoongi recuerda su viaje a Tokio, durante su segundo año de universidad. Sintió que alucinaba mientras volaba sobre nubes fofas. —Todo lucia tan pequeño y él se sentía enorme. Fue breve, una milésima de segundo quizás, pero sus miedos se desvanecieron. Se trató de uno de los momentos más hermosos en su vida. Caminó por una gran ciudad y observó a grandes compositores trabajar en sus estudios y producciones; pudo sentir su amor por la música vibrar en cada uno de sus poros, y mientras un mundo grande y ruidoso no paraba de moverse, él se encontró ahí —en medio de letras y notas desordenadas. Pero sin importar cada una de aquellas maravillas, hubo algo más grande que marcó cada uno de los pasos futuros. Un par de brazos cálidos esperando por él.
¿Seokjin estaría tan aterrado como él? A veces sus preguntas se convierten en divagaciones ilógicas, porque al final del día él no entiende a qué le teme. Y resulta tan incomprensible como al inicio.
El amor nunca fue totalmente claro a su vista. ¿Para quién lo es, realmente?
Después de horas de ver a Seokjin grabar frente a cámaras, mientras jugaba con distintos objetos en el lugar, Yoongi entendió la razón de muchas cosas. Algunas que se hallaban ahí desde un inicio y otro par que simplemente apareció en hilera sobre su mente.
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Tastes just like home. (ksj+myg)
Fanfiction( ksj ; myg) Hay algo bastante curioso sobre el amor, y es que, nada es lo mismo después de él. Una vez que llega, el tiempo se pausa, el mundo parece detenerse por un momento, para luego continuar con su rumbo. Yoongi lo sabe, el amor y la relativ...