Segundos

Parar

Zenitsu tenía un increíble sentido de la audición, tanto que ha llegado a percibir cosas inexplicables.

Aunque en muchas ocasiones antes le había causado problemas, el podía escuchar su futuro, su voz a lo largo del tiempo, primero fueron horas, luego fueron días, después meses y por último, un año.

Aquí fue cuando comenzó lo raro.

Todos los días se despertaba temprano, a la misma hora, sin falta.

Nunca pudo dormir más haya de las siete de la mañana por más que lo intentará, las voces sonaban hasta hacerlo despertar y seguían hasta que las movía a otra parte de su cabeza.

Sin embargo, esta vez, fue la excepción.

No existían voces, en un año a futuro.