Desde que la vio no dejó de pensar en ella. La conoció y le gustó mucho, demasiado. Empezó a volverlo loco.
Todo está narrado desde la perspectiva de Sal Fisher.
═ (ADVERTENCIA)
Este fanfic no tiene un "𝐅𝐈𝐍𝐀𝐋 𝐅𝐄𝐋𝐈𝐙".
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Todavía estoy en clase, ni siquiera estoy escuchando a lo que dicen los profes. Me siento tan en el aire pensando en ella. Qué mierda que no compartamos las mismas clases, amaría verla dibujar mientras explican cosas aburridas.
En realidad hacer cualquier cosa con Ash es divertido, especialmente si esa cosa es embolante, ella lo vuelve genial de alguna manera. Eso es algo que me encanta.
Termino haciendo un dibujito de Ash pensando en lo genial que es. Lo arranco cuidadosamente de la hoja y lo guardo en mi bolsillo, quiero verlo siempre que pueda.
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Por fin suena el timbre y salgo del aula con mis cosas. La veo a ella caminar en el pasillo junto con Larry, me empiezo a sentir duro y estúpido.
Intento esconderme en el bulo de estudiantes. Me da pena evitar a Ash pero juro que no sé cómo hablar con ella. No se me ocurre nada para decir y me da miedo que nos quedemos estancados en un momento incómodo por... -¡Ey, Sally!-Larry interrumpe mis pensamientos llamándome desde lejos.
Soy un ridículo, es verdad que tengo el color de pelo más llamativo del mundo y una puta máscara que cualquiera reconocería. Soy la definición de llamativo, no puedo creer que intenté esconderme.
Me acerco lentamente a Larry y a Ash -Ey... hola -suelto un balbuceo como saludo.
-¿Qué onda tus clases? -pregunta él -Las mías fueron un embole, pero al menos compartir algunas con Ash las hace un poco menos aburridas.
-¡¿Un poco?! -responde Ash -¡Yo no aguantaría química si no fuera por vos, boludo!
Ambos se ríen pero entonces Larry me presta más atención -Che, ¿acaso andás cansado, Sal?
-No, ando bien.
-¿De verdad? -se mete Ash.
Respondo que todo está bien, trabándome y tartamudeando como un bobo.
Larry me alza una ceja en tono dudoso. Él entonces empieza a mirar a Ashley y luego su mirada vuelve a mí, lo hace repetidas veces hasta que de repente lo veo ponerse boquiabierto. ¡No, hijo de puta! ¡No podés ser tan bueno percibiendo cosas!
-Che, Ash. Disculpanos un segundito -le sonríe -Cosas de bros -dice agarrándome del brazo.
-Sí, claro. -Ella sonríe de lado y saca su libretita, para dibujar seguramente.
Nos alejamos de ella y empezamos a dar vueltas por el pasillo en silencio hasta que Larry encuentra un aula vacía. Me obliga a entrar con él, ya dentro entonces me encara -¡No me digas que...!
-¿Qué cosa? -me hago el tonto.
-A ver -dice pasándose la mano por su cara -Ashley.
-Sí... Ash -respondo y luego de un momento le suplico -Por fa, no le digas ni pío.
