En menos de lo que canta un gallo Gai y tú os encontrábais en un campo de entrenamiento bastante alejado uno enfrente del otro.
- Espero que no hayas perdido facultades porque no pienso ser benévolo contigo. Aún tenemos pendiente alguna que otra revancha (...)-chan.
- Las cosas han cambiado un poco Gai, pero creo que es justo. Ambos estamos en la misma condición física tras salir de una operación. Puedes aplicarte eso tú mismo porque daré mi mejor esfuerzo. - Rebatiste poniéndote en posición de batalla a la vez que Gai lo hacía.
- ¡Por el poder de la juventud! - Exclamó a la vez que salía disparado hacia ti.
Al principio fue más un calentamiento, golpe a la derecha, golpe de la izquierda, agachar para esquivar la patada, saltar hacia arriba para evitar el barrido, de nuevo golpe con la derecha que paraste con tu antebrazo ambos aplicando fuerza que se mostraba por el temblor de ambos miembros.
- ¿Preparada para comenzar el verdadero juego?
Sonreíste de medio lado, acto seguido el pelinegro despareció de tu campo de visión para aparecer por detrás con algo de altura, su intención era asestar una patada desde el aire. Rápidamente te agachaste un poco para impulsarte hacia su derecha y así evitar el golpe que impactó en el suelo provocando alguna grieta.
- Cualquiera diría que acabas de salir de una operación y te estás recuperando. - Comentaste con sarcasmo alagando su fuerza en ese golpe.
- Nunca podemos descuidar nuestra forma física. - Refutó con una sonrisa de medio lado preparado para otro ataque, un puñetazo con su mano izquierda fue detenido por tu mano a la vez que te agachabas un poco para asestar un golpe en su estómago que le dio de lleno. Gai retrocedió un par de saltos para alejarse de ti con una mano en su abdomen. - Dices de mí, sin embargo, no te quedas atrás. Puede que no tengas nada de chakra, pero sigues siendo fuerte, rápida y ágil. Puede que no estés en tanta desventaja después de todo.
- ¿Eso crees? Creo que este juego lo he perdido desde el primer momento que comenzó, al fin y al cabo, estoy tratando con el maestro del taijutsu.
- Puede ser.
- Viva la modestia. - Comentaste justo después de colocarte detrás de él rápidamente para lanzar una patada que casi no logra parar. Golpe que le hizo desplazarse un par de metros sobre el suelo, manteniendo los brazos en forma de cruz delante de su cara que sirvieron para detener tu golpe.
- Como los viejos tiempos. - Habló poniéndose de nuevo en posición de ataque para seguidamente lanzarse con varios golpes de puños hacia ti. Golpes que ibas esquivando, bloqueando y contra atacando uno detrás de otro.
Tras varios minutos intercambiando golpes ambos os separasteis un par de metros, sin apenas tocar el suelo os lanzasteis cada uno una patada que fue detenida por el contrincante gracias a su mano. Ahora estabais con la pierna en alto, vuestro pie bloqueado con la mano del contrario intentando mantener el equilibrio. Una sonrisa apareció en los labios de Gai a la vez que soltaba tu pie y recobraba la compostura.
- A pesar de todo hemos quedado empate.
- En eso te equivocas. - Protestaste intentando recuperar todo el aliento que te faltaba por tanta acción, observaste que tu amigo te miraba un tanto confuso.
-------------------- / Con Kakashi / --------------------
- ¿Se encuentra bien Kakashi-sensei?
El nombrado ladeó su cabeza para encontrarse con una rubia un tanto preocupada.
- Claro, tranquila Ino solo estaba pensando en mis cosas.
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Quédate conmigo
Fiksi PenggemarEn una misión por recuperar a un antiguo alumno no es lo único que recupera Kakashi. Tras años sin saber de ella consigue encontrarla, una pequeña esperanza se abre ante sus ojos. Alguien a quién creía muerta, alguien a quién nunca pensó que vería...