Capítulo 8

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Al poco tiempo de que me fuese con Lucas, Hugo abandonó el Mery's house y dejó a la parejita a solas. Esta fue razón suficiente para que los dos pudiesen hablar de eso que tenían pendiente.

—Entonces... Matteo ha vuelto. ¿Por qué? —Dijo Marc.

—Al parecer a mi madre la han internado en rehabilitación por las drogas. Como Matteo nos abandonó y se fue con ella, que supongo que te acordarás, ahora no tienen donde ir. Y tenemos que aguantarle en casa.

—Y supongo que tú estarás encantada.

—¡¿Que dices Marc?! Ojalá no estuviese él en mi casa ahora mismo. —Dijo alterada. —El motivo por el que quise quedar contigo antes de tiempo fue porque no quería estar más tiempo en casa con Matteo. Es un traidor, un egoísta y me saca de quicio. Pero es mi hermano, y no le puedo echar de casa.

—Eso dices ahora. ¿Ya no te acuerdas de como eran las cosas antes?. Estabais siempre juntos, y cuando no, él estaba con nosotros. Y no mientas, se te iluminaban los ojos cuando estabas con él.

—Marc, ¿Estas celoso? ¿Otra vez? —Dijo Val con tono de molestia. —Es mi hermano, y lo sabes. No entiendo porque te pones celoso. Además no le soporto, y te he explicado un millón de veces que lo de hace tres años fue un malentendido. Nos llevábamos genial, éramos inseparables, pero nada más. El me cuidaba cuando mi madre no lo hacía por estar colocándose.

—Se que le tienes rencor, y no puedes hacer nada al respecto. Es decir, que tienes que aguantar que el viva contigo. Pero sabes que Matteo y yo no nos llevamos bien y tú eres el motivo de ello. Y no me lo puedo remediar.

—Si... Ya lo sé. Pero por favor, pon de tu parte, esto no está siendo fácil gordito. —Él asintió. —Ahora, ¿me puedes llevar ya a casa? Ya sabes, se hace tarde.

—Si, claro. Vamos.

Se levantaron y se marcharon del establecimiento. Por el camino iban cogidos de la mano, comentando detalles sobre una serie que se estaban viendo en conjunto. Una vez llegaron a la casa de la chica, Marc se puso delante de ella y la miró a los ojos.

—Suerte rubita. —Le dio un beso en los labios, este fue seguido de otro, y de otro. Valeria no sólo era su novia, era mágica para él. —Te quiero mucho, ¿vale? Recuérdalo.

—Yo también te quiero. —Le dijo al pelirrojo sonriendo y después de darle otro beso, se dio la vuelta para abrir la puerta y luego cerrarla.

Ahora la historia se dividía. Marc fue a buscar su coche para marcharse a su casa. Valeria una vez dentro de casa tenía que lidiar con su nuevo inquilino.

Empecemos por la chica. Val una vez en casa vio a su padre Rafael con Matteo, estaban viendo un álbum familiar. Su padre al ver que había llegado, se levantó y se dirigió a ella, y le dio dos besos.

—Menos mal que estás aquí. Hoy tengo turno de noche y me tenía que ir casi ya. Aprovechando que has llegado, me voy y así termino cosas que tenía pendientes.

—¿Me vas a dejar sola? —No quería referirse a sola, sino con él.

—Va a estar aquí tú hermano contigo. No te preocupes Val.

—¡¿Que no me preocupe?! Me estas dejando sola con la persona que más odio en este momento.

—Gracias por entenderlo, cielo. Te quiero. ¡Adiós! —Dijo dándome un beso en la frente y yéndose lo más rápido que pudo.

—Puedo hacer la cena si quieres. —Dijo Matteo a mis espaldas.

"¿Quien se cree este niño? ¿Masterchef?" Eso fue lo que Valeria me dijo que pensó en ese momento. Ella asintió con la cabeza y se fue al cuarto de baño para ducharse. Había sido un día muy largo. 

Nacer fue un failDonde viven las historias. Descúbrelo ahora