Cap 11 ¡Tomame Ya!

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Aquí vamos con Alex y Piper en su semana, gracias por esperarme............. Espero me haya quedado bien.....

Onde nos quedamos????

—¡Piper! ¡Hola!


Piper sintió que se le helaba la sangre en las venas, intentó no aparentar sorpresa y se giró para encontrarse con Natalie y Joe Caputo, cuya boda había organizado el año anterior. Oh, Dios mío, pensó.

—¿Qué estás haciendo aquí? preguntó Natalie, siempre sonriente.

—Estoy de vacaciones. Contestó apresuradamente Piper.

—¿Qué iba a hacer aquí más que eso, Natalie?. Rió su marido.

Piper tragó saliva e intentó tranquilizarse. Los Caputo no sabían con quién estaba, y aunque lo supieran y la vieran con Alex , no creía que la conocieran.

Después de todo, no vivían en Norfolk, sino en Suffolk, VA. a unos cuarenta kilómetros, y tampoco frecuentaban los mismos círculos.

—¿Estás sola?. Preguntó Natalie.

—No, con otra persona. Dijo Piper, queriendo terminar la plática y salir corriendo.—Esto es precioso, ¿verdad?

—Desde luego. Dijo Natalie con un suspiro.—No tengo ninguna gana de volver a casa.

—¿Volvéis pronto?. Preguntó Piper, tratando de no parecer ansiosa por conocer la respuesta.

—Mañana por la mañana. Respondió Joe.—Hemos venido cuatro días y nos hemos arrepentido de no haber reservado para toda la semana. ¿Hasta cuándo te quedas tú?

—Toda la semana. Respondió ella.—Bueno, disfruten de su última noche aquí. ¿Tienen algún plan especial?

Natalie sonrió y miró a Joe con cara de adoración, reflejando que aún no se había terminado su luna de miel.

—Vamos a cenar y después al espectáculo.

—Bueno, pásenlo bien, tengo que irme, me están esperando.

Se despidieron y Piper fue a toda prisa a los ascensores. De camino a la habitación pensó en cómo podía convencer a Alex de que cambiaran de planes porque no estaba dispuesta a ir a comer al restaurante y después al espectáculo si había alguna posibilidad de encontrarse con los Caputo. No se arriesgaría aunque no vivieran en Norfolk. Si la vieran con Alex tendría que presentársela y después tal vez le comentaran a alguien que la habían visto en Bahamas, y eso llegara a oídos de personas que no debían saberlo.

Tendría que esconderse hasta la mañana siguiente. Cuando entró en la suite, vio que Alex estaba sirviéndose una copa de vino del bar.

—Aquí estás, ¿Quieres un poco?

—Aquí estás, ¿Quieres un poco?

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Una Semana con VauseDonde viven las historias. Descúbrelo ahora