¿Amor?

AMOR QUIEREME 1/?

Caminaba como siempre por el corredor trasero para el trabajo y me detuve justo para el lado izquierdo de la biblioteca en la última mesa en donde estaba el librero más polvoreado, el viento fuerte y la fugaz luz, ahí se encontraba él. Como siempre leyendo, nunca puedo adivinar lo que lee, pero... joder que vista; hoy día vestía una camisa blanca que estaba remangada cuidadosamente hasta el codo y desabotonada en los dos primeros botones, haciendo notar sus increíbles pectorales y sus fornidos brazos con esas manos grandes, pero bien definidas. Tenía su cabello negro corto con el flequillo al lado izquierdo como siempre, sus labios carnosos y sus ojos mostraban tanta tranquilidad mientras miraba el libro. Mi pequeño secreto, mi pequeño deseo se veía tan varonil y sobre todo cuando el viento entraba y desordenaba sus cabellos. ¡Cómo quisiera ser el viento o los rayos de sol para tocarlo! Nijimura Shuzo, un senpai de la universidad Teiko, conocido por ser tranquilo, amable y reservado y con buenas notas siendo un estudiante estrella además de capitán del equipo titular en el club de basquetbol, un alfa deseado por la mayoría de la institución estando en el ranking hasta de otras universidades, un amor imposible y un alfa comprometido.

Sí, mi amor platónico de 4 años está comprometido y para colmo soy un ser invisible para él, no es que nunca haya querido llamar su atención, es más, en un tiempo estuve totalmente decidido a que me quisiera, hice de todo, entre a su club de fans, al club de básquet, al club de tenis de mesa, hasta asistí a sus clases de karate en Akiba, mas nunca hemos tenido una conversación que no sean más de tres diálogos. Entre a la universidad de Teiko por él creyendo que tendría la oportunidad, pero los sueños son sueños siendo el hijo de un empresario en Estados Unidos y con dos hermanos menores era obvio que nunca se fijaría en mí, mejor dicho, en un omega como yo, uno sin olor.

Siendo realista no es que sea feo es más me considero del promedio y por eso algo mediocre, mi cabello es de un rojo oscuro, mi piel bronceada y mi cuerpo normal, mido un 1.80 siendo más alto que hasta algunos alfas y betas con una personalidad explosiva siendo el tipo ideal de casi... nadie, pero lo peor son mis cejas partidas que me hace ver más amenazante cuando en realidad le tengo miedo al chiguagua más pequeño del planeta. Y aumentemos eso a que mis otros amigos omegas son unas bellezas y que su prometido es una hermosura, Takao Kazunari, un omega con piel blanquecina, delgado pero tonificado, siendo gracioso y carismático que hasta a mí me cae muy bien, pero sobre todo su sonrisa siendo el top 2; el primero era mi amigo Kise; agregando que es de una familia reconocida en Tokio y que todos en mi clase suspiran por él con su olor a peras y castañas.

Pero eso no evita que siga suspirando por él y que haya tratado de siempre declarar mi amor por él, aunque siempre es fallido. Doy una última mirada y me voy a resignar porque esta va ser la última vez que lo vea, eh tomado una decisión, la de olvidarlo y cambiar mi vida. Desde que escuche que se casaría dentro de 6 meses con fecha exacta se derrumbó mi mundo, mi alma dejo mi cuerpo y el corazón partido, joder aun pensar en eso siento mis ojos acuosos, pero tengo que superarlo no puedo vivir mi vida teniendo un amor unilateral por siempre, soy Kagami Taiga y voy a encontrar un nuevo amor, viviré un amor espectacular dejare de leer novelas románticas y tendré mi propia historia de amor. Sigo mi camino decidido a mi trabajo, en la Magic Burger.

-Muchas gracias, Señor-digo al cliente y trato de sonreír, siento las mejillas entumecidas nunca creí que trabajar en comida rápida sería tan duro tantas hamburguesas eh visto que enserio estoy considerando ya no tenerla como mi comida favorita. Aunque la vista es muy bonita especialmente con el vidrio de la tienda, suspiro y me masajeo los hombros.

- Jajaja te dije que iba ser difícil-agrega mi compañero de trabajo.

- La verdad nunca creí que el turno nocturno sería tan difícil- cambie mi horario de trabajo para no ir al club, para no verlo y en especial cuando ellos andan juntos, ¡NO IDIOTA, NO PIENSES!, le dije basta al masoquismo.