La rareza de lo incomprendible.

Palabras nunca dichas.

Arrancarme los musculos que facilitan mi felicidad no a sido de los mejores pensamientos, yacen mis deseos de tronarme los labios ensangrentados, necesito sangre y dolor para aliviar las gotas de sal, cubriré mi cara con el sueño que nunca logro atrapar, mientras los dulces recorren mi oir y me arrullo pero llega esa señora a clavar sus dientes en mi mente, colgada de un hilo donde se encuentra la juventud y la esperanza, felicidad rodea sus caras con el simple hecho de tener un sabor, el sinismo en carne viva junto con un dolor en el alma mezcaldo con tristeza y rencor, me llaman todo el tiempo y esa locura que se encuentra de vez en cuando en mi casa, solo piensa en la suciedad y yo, yo me ahogo en una soledad tremenda con fracaso y mala suerte, pero no hay nada que la libere, solo el callar de la noche junto con el sexo insatisfecho para liberar dopamina que no se encuentra en nada, la simpleza de su carácter hace que sufra al mas no poder, el aire ya no huele y las manchas aumentan , su cara esta incolora sin ninguna línea, ellas gritan mucho, su locura es mayor que la del engaño, callan detrás de ellos y cubren sus caras con palabras, la honestidad ya no esta y solo rige la lastima por los inocentes, sus risas sin ninguna preocupación recorren las paredes, ellos mienten y solo lloran con sus mascaras, el papel del diablo siempre a sido el problema, la avaricia y la codicia, su mente es un roble podrido,  el oído va a reventar por el veneno, los sonidos se vuelven mas irritantes, el circulo colapsa y se encuentra varado en el no se que, ese desprecio que la sigue es preocupante, solo quiere encontrar una piedra, calida, suave y comprendida con su arena, solo hay matas de pasto que nunca fue cortado, ¡se quema!, hasta quedar inservible como ese sentimiento incomprendible y que hace que su burbuja se rompa, aire y ardor junto con dolor es lo que quiero sentir, hubo una torre grande que se fue derrumbando por esa caña, solo hubo  una piedra sin par.