Capítulo 2 - Dando fin a una guerra

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No es muy agradable despertarse con el sonido de explosiones, fue lo que Ren pensó, cuando su irritación lo alcanzo, agregando a eso, dormir en un sofá no es una buena idea, sintiendo como todas sus articulaciones crujían, él se levantó, los recuerdos de lo sucedido el día de ayer volvieron a su cabeza, provocando que sus ojos perdieran un poco de brillo, fue entonces que sus potenciados oídos lo escucharon.

Un grito en la lejanía llamó su atención, rápidamente sus espadas fueron tomadas y él desaparecía en lo que pareció un destello blanco.

-Encuentren a ese aventurero encapuchado, lord Erebus lo quiere muerto - grito un miembro de Evilus mientras su espada estaba levantada.

Antes de que el ataque fuera hecho, dos dedos sostuvieron la hoja de la espada rompiéndola con facilidad - no tienen que hacerlo, aquí estoy - respondió Ren, sus ojos mirando fijamente al miembro de Evilus.

Los ciudadanos no comprendieron que había ocurrido, los aventureros presentes tampoco, solo vieron al peliblanco de ojos azules desaparecía y volvía a aparecer en el mismo lugar, todos los miembros de Evilus muertos en el suelo, una espada carmesí en su mano izquierda, algunas gotas de sangre cayendo de esta.

Los ojos brillaron con esperanza y felicidad cuando una esfera de luz blanca apareció en la mano derecha de Ren y una magia era lanzada.

-Magia luminosa: curación instantánea - la magia de Ren se extendió por gran parte del área, todos los heridos siendo curados en tan solo un instante.

Nadie tuvo la oportunidad de agradecer cuando vieron como Ren desaparecía en un estallido de velocidad, entonces todos tuvieron un mismo pensamiento, mientras veían como todo parecía estar en calma después de que él se fuera, un verdadero héroe había aparecido para salvarlos.

-¿Cómo que ese bastardo ha acabado con el escuadrón de la parte oeste? - Olivas gruño, su ira creciendo.

-Calmate Olivas - una voz algo gruesa habló, la atención siendo dirigida hacía él - ese aventurero está más allá de nuestras manos, si pudo derrotar a Zald y Alfia debe ser mucho más fuerte que ellos.

-Pero lord Erebus - Olivas intento hablar hasta que sintió una presencia ominosa.

-Por fin conozco al líder de Evilus - Ren habló, sus ojos azules completamente sin brillo alguno.

-No te reconozco ¿quién eres? - Erebus pregunto, curiosidad en su voz.

-Solo soy alguien que está empezando a odiar - Ren respondió, la espada carmesí deteniendo el ataque de Valletta Grede, mientras la espada dorada apuntaba al cuello de un ahora cercano Olivas Act.

-Eres impresionante, solo tengo una pregunta que hacer - expreso Erebus.

Ren no respondió, solo miro fijamente mientras su brazo izquierdo se movía deteniendo los ataques de Valletta y su brazo derecho bloqueaba y lanzaba cortes a Olivas, quien no entendía como a pesar de esquivar los cortes, la sangre empezaba a fluir de varias partes de su cuerpo.

-¿Haces esto por justicia? - pregunto el dios maligno, aceptando el silencio como un pregunta.

-¿Qué consideras justicia? - pregunto Ren de vuelta, una patada enviada a Valletta, quien salió volando y un corte profundo hecho en una de las piernas de Olivas, quien cayó al suelo con dolor.

-La justicia es solo un sueño inútil que jamás será alcanzado, ni siquiera cuando las personas se muevan para luchar contra la maldad, como sucede en estos momentos - respondió Erebus, su voz tranquila, a pesar de que Ren se acercaba paso a paso.

El regreso de los más poderososDonde viven las historias. Descúbrelo ahora