Ajat

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--Mañana te irás—dijo una chica de ojos turquesas mientras se sentaba en uno de los catres de la habitación.

--Así es...-- le respondió una pelinegra mientras cerraba la maleta con las pocas pertenencias que tenía.

--Te voy a extrañar, Leah— le dijo la contraria a la pelinegra

--Y yo a ti, Jeff... prométeme que no te meterás en tantos problemas y que dejarás de hacer travesuras—

--No voy a dejar de pelear con las injusticias de este lugar, Leah—le respondió la contraria con determinación

--Ya no tendrás a nadie que te pase comida si te mandan a los calabozos y ahora todas estarán tras de ti—continuó la pelinegra mientras se sentaba al lado de su amiga

--Llevo aquí más tiempo del que cualquiera... sabré arreglármelas— una sonrisa triste apareció en su rostro

--¡En diez minutos de apagan las luces!—escucharon ambas chicas al otro lado de la puerta.

--Vamos, te cepillaré el cabello por última vez—dijo la pelinegra posicionándose a las espaldas de su amiga mientras tomaba un viejo y desgastado cepillo para comenzar a deslizarlo en el cabello contrario –Siempre me ha encantado tu cabello—

--Recuerdo que cuando nos conocimos creíste que me estaba quemando la cabeza... me aventaste una cubeta de agua— una pequeña risa escapó de sus labios mientras sentía como el cepillo deshacía todos los nudos

--Tenía como seis años y tu cabello brillaba como el fuego, no me culpes—respondió con una risa fuerte la pelinegra

--No te culpo de eso, sino del refriado que medió después—

--Gracias a eso conocimos a Chloe—

--Robando medicamentos—la contaría rio

--Bueno, pero la conocimos—la pelinegra también comenzó a reír y después un suspiro salió de sus labios –Siempre me dio la impresión de que nos cuidabas, como si hubieras dejado de cuidar tus muñecas de plástico para ahora cuidarnos a nosotras--

--Así fue— respondió la contraria mirando hacia el colchón –me di cuenta de que ustedes serían mi prioridad y me juré que mientras estuviéramos juntas no permitiría que nada les ocurriera--

--Siempre nos cuidaste—susurró la pelinegra terminando de peinar a su amiga --Recibías los castigos por nosotras, pasábamos días sin verte... y jamás supimos cómo pagarte—

--No lo hacía para que me pagaran, Leah, lo hacía porque no quería que ustedes entraran en esos lugares...son horribles, no hay luz ni aire fresco— la mirada turquesa de la joven buscó la de su amiga

--Y aun así, una y otra vez aceptabas culpas de cosas que no hacías... pero ahora ya no tendrás que hacerlo—la voz de Leah se quebró –te juro que voy a pagarte, esta familia debería ser suya, no mía—las lágrimas de la pelinegra comenzaron a brotar como cascadas de sus ojos –Yo fui la que tomó el vino de la misa y tú, aceptaste el castigo por mí y me diste la oportunidad de irme de aquí--

--Y lo volvería a hacer, volvería a aceptar el castigo si aquello significa que puedes conseguir una familia—la abrazó haciendo que la pelinegra se aferrara a ella –Así que no llores—le pidió –hoy es una noche alegre, por fin saldrás— y en el gesto más puro y amoroso, los labios de Jeff buscaron los de Leah besándose con cariño y lealtad logrando aquel gesto detener el llanto de la pelinegra.

--¡Luces fuera!—volvieron a escuchar el grito fuera de sus puertas, seguido de la oscuridad inundando el lugar

--Aún nos queda una última travesura que lograr—dijo Leah secando sus lágrimas provocando una sonrisa cómplice en su amiga.

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⏰ Última actualización: Aug 02, 2020 ⏰

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Fatum Errantia (Moonlight Lovers)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora