Cap.2: Bienbenida a Nueva York

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De todos los sitios, donde podría haber ido a parar Kateline, adivinad dónde se quedo, sí nada más y nada menos que en Nueva York, la ciudad de las oportunidades para muchos.

Empequeñeció su nave, y se la guardó en uno de sus bolsillos de la chaqueta.

Había aterrizado en unas colinas, cerca de dónde se veían las letras iluminadas de Los Ángeles, a partir de ese momento tendría que actuar como cualquier otro humano, ¿pero cómo? Ya llevaba de su planeta todo lo necesario un buen montón de maletas y una buena cantidad de dinero, y una mátricula de instituto falsa, con el nombre de una tal, Kate.

Era bastante de noche y se teletranspartó directamente al piso que había comprado por internet en la gran manzana, no era demasiado grande, pero estaba en una buena zona residencial, el piso apenas estaba amueblado, tenía solamente lo básico, 2 baños 1 cocina 1 salón y 2 dormitorios, estaba absolutamente perfecto para una sola persona como ella, que apenas desordenaba nada, puesto que en su planeta son muy ordenados y limpios.

Por eso, ver las calles sucias y mugrientas de Nueva York así como la contaminación la entristeció mucho, empezaba a añorar su planeta, "puede que haya sido una mala idea venir"-pensó para sus adentros, pero no ahora estaba ya allí y no se iría hasta acabar con lo que tenía planeado.

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