Calle fue lo suficientemente astuta, y Sebastián lo suficientemente genio, para llegar al club justo antes de que su padre entrara al vestuario para asegurarse de que la bailarina estuviera en efecto en el lugar, ya que un enojado y rencoroso Mario le había ido con el chisme de que Calle no estaba en su lugar de trabajo; La joven llego luego de que Poché se despidiera de ella con un excitante beso que duro más de lo esperado y la dejo con deseos de más, y sin importarle nada entro por la puerta del frente del club, pasando por alto la enorme fila que esperaba afuera corriendo y los guardias se hicieron a un lado de la entrada inmediatamente cuando reconocieron de quien se trataba. Sebastián sospechaba que algo estaba a punto de suceder, así que se encargó de vigilar la oficina de Germán para asegurarse de que no se percatara de la ausencia de su hija, supo que todo sería un desastre cuando Mario pasó a su lado y le sonrió de forma burlona. Se puso en acción cuando vio al jefe consumido por su enojo saliendo del cuarto a toda prisa, Juan Carlos siguiéndolo detrás y Sebastián pudo notar los pedidos de suplicas del señor Garzón al señor Calle, ahí fue cuando decidió meterse e intento disuadir a ambos hombres cuando vio a donde se dirigían, el vestuario de Calle. Y como una llamada silenciosa que ansiaba por obtener una respuesta, la bailarina entró corriendo y cuando vio la situación que estaba ocurriendo justo afuera del sector de los vestuarios, no tuvo otra opción que salir y entrar por la ventana de su vestuario, ya que no había forma de pasar por alto si caminaba justo al lado de su padre, que sin dudas estaba enojado.
Supo que su plan tuvo éxito cuando Germán abrió la puerta, listo para gritarle y vio a su hija sentada en el sillón del cuarto, ya lista para salir a bailar al escenario. Silenciosamente Calle agradeció haberse puesto su ropa interior de encaje antes de salir de su casa esa tarde para ir a encontrarse con Poché, solo tuvo que quitarse la ropa y ponerse sus orejitas de gatos, y claro, disimular que todo estaba en orden y que había estado ahí toda la tarde.
—Dile al estúpido de Ruiz que deje de inventar tonterías. —Le dijo Germán a Juan Carlos, y la joven suspiro luego de que su padre pareció haber comprado su mentira. Y se tranquilizó al saber que no tendría problemas.
Calle y Sebastián se sintieron aliviados, nuevamente habían salido de un lío con éxito y se habían salido con la suya, especialmente la joven que había tenido la oportunidad de compartir la tarde con la hermosa Poché. De todas maneras, había alguien que no estaba muy contento de que las cosas no salieran como a él le gustaban.
Mario se había tenido que aguantar los gritos de Germán, le habían dicho que el tipo era duro pero no se imaginó que tanto; le gritó, lo golpeó e incluso lo escupió por, supuestamente, "inventar tonterías de sus empleados" y para su sorpresa, hasta su suegro Juan Carlos lo regañó por eso, y lo frustraba saber que el hombre había tomado el lugar de Calle en lugar del suyo, él era quien se casaría con Poché en cinco meses después de todo. Solo les había dicho que Calle no estaba en el trabajo, se guardó los demás detalles porque sabía que también le traerían problemas, aún más graves que este, si decía toda la verdad. Era inteligente, pero muy idiota al demostrarlo... Y también muy rencoroso, así que se propuso no irse del club esa noche sin obtener su venganza y dejarle bien en claro a Daniela Calle que él era la persona que pasaría el resto de su vida con Poché, y que ella era solo una puta a la que la empresaria le tenía ganas. ___________________________________________
—Dani... —Sebastián se acercó a su mejor amiga, quien se estaba relajando junto a los demás empleados en la barra mientras tomaba algo luego de su acto. —Tienes un cliente en el cuarto pasión.
—¿Quién es? —Preguntó terminándose de un trago su bebida.
—Ni idea, solo tienes una forma de averiguarlo. —Dijo guiñándole un ojo.
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Culpable Tentación [Caché]
FanficIr a lo seguro era su mejor opción. Pero nadie le dijo que irse a lo prohibido podría ser la mejor decisión de su vida. Poché vivió toda su vida al pie de la letra y sin errores, siendo nada más que un orgullo para sus amorosos padres. Calle vivió t...