Las hojas tronaban bajo sus pies, el sol se colaba entre los medio descubiertos arboles, contrastando con aquel frío día de octubre, ese pequeño bosque se teñía con colores naranjos y se llenaba con las risas de los dos chicos que corrían alegremente por todos lados.
-¡Te atrapé!
Lo abrazaron por detrás, levantándolo del piso, Jeongin solo podía reír sonoramente, intentando librarse del agarre de su amigo.
Ambos amaban jugar en aquel lugar desde que eran pequeños, era una especie de sitio secreto solo para ellos, miles de recuerdos e historias corrían por aquellos arboles, y el corazón de Yang no podía evitar dar un salto cada vez que pensaba en ello y en su mejor amigo.
-¡Suéltame, Christopher! ¡Esto no es justo!
-Claro que lo es ¡Es juego limpio!
El mayor terminó por bajarlo, sin soltar el abrazo, Jeongin se giró para quedar cara a cara, apreciando cada detalle de su rostro.
Se habían conocido cuando tenían ocho años en ese mismo lugar, quedaba cerca de un parque de la ciudad pero lo suficientemente lejos como para que las voces estruendosas de los niños quebrasen el pacifico ambiente, era otoño y al menor le gustaba ir allí para relajarse, no era una persona de hacer amigos, prefería la tranquilidad y el silencio que ese sitio podía brindarle.
Christopher era todo lo contrario, apodado "mariposa social" por su madre, conocía a todas las personas de su pequeña cuidad y tenía muchos amigos, con el nunca podrías aburrirte. Había ido a parar a ese pequeño bosque porque su pelota de fútbol había salido rodando, cuando vio a Jeongin les dio la pelota a sus amigos y les dijo que volvería después.
Desde aquel día se habían vuelto inseparables, eran los mejores amigos, no podía vivir sin el otro, a veces sus padres solían jugar con que eran almas gemelas por la capacidad que tenían de entender al otro.
Diez años después, seguían jugando en ese parque.
Jeongin se sabía cada detalle del rostro de Chris, desde sus casi invisibles pecas hasta el color avellana de sus ojos, sus hoyuelos al sonreír y sus raíces oscuras asomándose por aquel rubio.
-¿Por qué me miras tanto? ¿Acaso te gusto?- Bromeó el mayor, riendo al ver la cara asqueada de su amigo.
-¡Claro que no! Que asco.- Lo empujó, separándose del abrazo y alejándose, observando el paisaje.
Quizás si le gustaba un poco.
Después de tanto tiempo sabían todo sobre el otro, Jeongin sabía sobre el amor que Chris le tenía a la filosofía y que tenía un cuaderno lleno de letras que el mismo había escrito, y Chris sabía lo mucho que Jeongin disfrutaba cantar y que tenía una especial facilidad para dibujar. Quizás, con el paso de los años, Yang se había enamorado de cada uno de aquellos detalles.
-¡Hey!- Bang llegó a su lado, pasando su brazo por sus hombros con cariño- ¿No tienes hambre?
-¿Hambre?- Jeongin salió de sus pensamientos, no había notado que tenía una sonrisa en su rostro y un dolor en el estomago porque no había comido nada- Sí, un poco.
-Aquí cerca hay un lugar donde venden las mejores papas del mundo, ¡Te va a encantar!
-Papas, elegante de tu parte Christopher.
-¡Te dije que no me llames Christopher!
Entre risas tontas se fueron del bosque, se estaba empezando a hacer de noche.
Jeongin no era una buena persona para entender sentimientos, menos los suyos, solo sabía que su corazón daba un salto cada vez que veía a su mejor amigo, que sonreía solo con pensar en el, o que por ahí, se despertaba en medio de la noche con la cara sonrojada después de haber soñado con una que otra escena demasiado vergonzosa.
"-Es obvio, te gusta"
Mierda, nunca debería haberle pedido ayuda a Felix para resolver sus dudas.
Christopher le gustaba, y no sabía cuando había ocurrido, quizá el primer día que lo conoció, o cuando fue a su casa por primera vez, capaz el día cuando lo escuchó cantar, o en esas noches frías de invierno donde ambos iban a la casa del otro y pasaban todo el tiempo haciendo tonterías y riendo.
Pero de lo único que estaba seguro es que ya estaba demasiado enamorado como para salir de allí
No sabía cuando pero el sol ya se había ocultado por completo y pequeñas estrellas decoraban el cielo, se habían subido a uno de los techos de los quioscos que habían allí, Jeongin recordaba la primera vez que lo habían hecho, no podía estar tranquilo por el miedo de que alguien pudiera descubrirlos hasta que Chris le tomó de la mano y le dijo que, mientras no lo soltase, todo iba a estar bien.
Salió de su mente cuando sintió como el humo de cigarrillo chocaba con una de sus mejillas y rió al juntar su mirada con la de su amigo.
-¿Por qué me miras tanto? ¿Acaso te gusto?- Bromeó el menor tal como su amigo había hecho antes, con una sonrisa en su rostro.
-Sí.
¿Que?
No tuvo tiempo de pensar cuando su amigo ya estaba a centímetros de él, su corazón saltaba y sentía el calor subiendo por su rostro, ¿Eso realmente estaba pasando? Se sentía mareado, no lo podía creer.
Yang soló atinó a lamerse los labios al ver como la mirada de Bang estaba sobre ellos, y el mayor terminó con la pequeña distancia que estaba entre ellos.
Jeongin amaba el otoño.
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we fell in love in october | bc + yji
Fanfictionjeongin amaba el otoño . chanin (bangchan x yang jeongin) songfic: we fell in love in october - girl in red one shot (905 palabras)