–Tengo un recuerdo muy vago de esa vez, mi niña
Mencionó la abuela de blancos cabellos y apariencia tranquila mientras vaciaba la vaina de guisantes en el plato
–Por favor abuela, cuéntame esa historia otra vez
Esta vez habló una muchacha de unos 15 años de edad de risos definidos color castaño y unos profundos ojos del mismo color, una tez de color canela y una seductora sonrisa
–Siempre me pides esa historia mi pequeña, pero antes te contaré otra, una diferente
Dijo la anciana vaciando otra vaina de guisantes en el plato color beige de porcelana
–Estoy bien con eso abuela
Respondió la joven mientras tomaba una guarda en sus manos y comenzaba a abrirla, al no poder, tomo un cuchillo y a el centro de la misma en un intento de abrir una pequeña ranura, el cuchillo atravesó toda la guarda llegando hasta su mano y provocando una cortada, la muchacha hizo un ademán rápidamente soltando el cuchillo y la guarda
–Mierda
La abuela soltó una pequeña risita y después le dedico una mirada sería
–Lo siento abuela
La abuela bajo la mirada al guisante que se encontraba en la mesa, lo tomo entre sus manos y clavó su uña en la superficie de la ranura que había dejado su nieta, después quitó la cáscara que protegía a los guisantes y volvió a poner el contenido en el plato, después volvió a tomar otra y comenzó a hablar
–La vida es algo muy complejo cariño
La joven tomó otra guarda de la cesta y está vez uso sus uñas para abrirla, con éxito, vacío el contenido en el plato, poniendo atención a cada palabra que mencionaba su abuela sin tomarle importancia a la herida que tenía un pequeño hilo de sangre escurriendo por su mano
–Es un suceso que abarca pasado, presente y futuro, algo mágico, cruel, lindo y horrible todo a la vez
La herida seguía escurriendo sangre a pesar de ser pequeña, manchando cada guisante que tocaba la joven, ella no le ponía atención a ello y seguía abriendo vainas con las uñas y poniendo su contenido en el plato
–Algo que caracteriza a la vida es lo cambiante que es, un día puedes tener algo bueno y en tan solo un momento puedes tener algo malo, y estoy segura cariño, que tenemos la misma cantidad de cosas buenas y de cosas malas en toda nuestra vida, hasta el final
Después de decir esto tomo la última guarda de la cesta y de nuevo vacío los guisantes al plato, después de ello tomo un guisante crudo de los que se encontraban en el plato y se lo llevó a la boca, mientras masticaba le dedico una sonrisa de boca cerrada a su nieta, quién no dudó en corresponder, la abuela levanto las cejas y abrió los ojos mientras sonreía y después se levantó del asiento en la mesa donde estaba, se dirigió a un mueble de madera donde saco un colador de metal, puso los guisantes en el colador y después de dirigió a el lavadero que se encontraba en la cocina antigua, ahí dejó caer el chorro de agua en el colador. La joven solo observaba como el agua en un principio salía color rojo carmesí por debajo del colador hasta que en un punto se torno de un color transparente
Abuela y nieta sonrieron y se obsequiaron una mirada cómplice, ambas lo entendían, ambas entendían perfectamente bien lo que acababan de hacer.
El cuarto permaneció en silencio un rato hasta el momento que la abuela sacó un cuchillo de afilada hoja y un trozo de carne de cerdo fresca
–Te contaré la historia de Amelia Evedane, espero tu abuelo no te la haya contado antes
La miro para después contar a la mitad el trozo de carne
–No, jamás lo hizo
Dijo mientras observaba como volvía a cortar la carne de nuevo por la mitad
–Bueno, en ese caso, tu deber será averiguar quién fue ella, yo solo te contaré su vida, así verás mi pequeña Amelia… Esto tal vez te ayude a vivir tu vida de una manera diferente, de una manera… tal vez… Más consiente
La joven observaba como su abuela condimentaba, sazonaba y ponía ingredientes a la carne para después ponerlo en una cacerola
–También puede ser una pista de lo que será tu futuro, no lo sé, ni tú tampoco, solo espero que te sirva para algo y que sea para bien
Después la mujer mayor agrego los guisantes al platillo y lo metió al horno ya pre-calentado, después, se quitó el mandil que llevaba puesto y se sentó de nuevo en su sitio
–Se que te sientes sola, que buscas algo o alguien que te complete, algo o alguien que te haga sentir en paz, algo o alguien… Sé que buscas ser perfecta para lograrlo, que aspiras a eso, a ser un humano perfecto para algo o alguien, pero mi pequeña Amelia, eso no existe, solo serás perfecta dejando de ser un humano y eso… Eso es realmente imposible
La anciana soltó un suspiro mientras miraba un punto en la mesa
La joven tocó su mano y le dedico una sonrisa con mucha dulzura
–Cuéntame
Pidió y la abuela le devolvió la sonrisa, se levantó, puso agua en la tetera, la llevo a la estufa, la encendió, saco algunas hojas de té, también saco un frasco de miel y dos pequeñas cucharas, después, volvió tranquilamente a su lugar y empezó a contar su historia.
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Pavillion 1900
Historical Fiction"La inocencia se convierte en una debilidad cuando el mundo es un desastre" HJ