Forastero | Staxxby en Karmaland

Capítulo 26

-¿Alguien... como tú tal vez? –Preguntó Willy, tímido.

-Tal vez –Respondió Fargan, tomando a Willy un poco por sorpresa.

-¿Hablas en serio? –Preguntó atónito.

-¿Quién te lo dijo? –Respondió con otra pregunta.

-Pues... lo deduje –Dijo nervioso. Fargan guardó silencio por un momento, luego suspiró.

-No te puedo mentir Willy, alguna vez me gustaste mucho pero sé que aún quieres mucho a Vegetta, y aunque no me agrade la idea de que vuelvas con él porque no te merece, tú puedes hacer lo que quieras... yo me resigné a eso –Fargan tenía una voz y una faceta tranquila y segura de sí, pero de igual modo tenía una nota entristecida.

Willy pudo sentir que Fargan lo decía de verdad, pues había pasado mucho tiempo con él y sabía cuándo estaba jugando y cuándo no.

-¿Fue por eso que te acercaste a Alex? –Dijo bajándose de su chocobo para que éste pudiese beber agua del río que tenían en frente. Fargan hizo lo mismo.

-Sí... quiero mucho a Alex, es una de las razones por las que estoy aquí, también me preocupa mucho que haya desaparecido, pero me acerqué a él cuando me di cuenta de que tú estabas muy decidido a recuperar a Vegetta. Alex también es un buen chico –Comenzó a recordad con cariño-, y en parte me sentí mal cuando mis torretas mataron a su pareja, darle un poco de felicidad era lo mínimo que podía hacer. Y al principio sí me correspondió, pero... pero creo que Alex esperaba algo diferente.

Willy estaba sorprendido, se sentía mal por no haber notado los sentimientos de su compañero en su día, pero ahora que él se lo confesaba se dio un momento para analizar su día a día, había pasado los últimos meses tratando de llamar la atención de alguien que, a final de cuentas y por muy doloroso que suene, ya no lo quería. Fargan bajó la mirada al río, estaba haciendo lo posible por sacarse a Willy de la cabeza, por eso había estado juntándose más con Alex y con otras personas, pero ahí estaba Willy sonrojado, aún mirándolo, ya le había confesado todo y no había vuelta atrás, pero no se arrepentía. Era una realidad y en algún momento debía darse por enterado.

-Lo siento –Dijo Willy, bajando la mirada también-, lamento no haberlo notado antes, sólo... lo siento... -Dijo para luego caminar por la orilla del río, Fargan sonrió levemente.