Capítulo 33

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Capítulo súper tranquilo, libre de drama

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Capítulo súper tranquilo, libre de drama.

Pov Haris:

Anoche tuve el sueño mas raro de todos; la mujer del espejo galopaba en su caballo blanco como la nieve, mientras le gritaba a otras mujeres con su mismo porte. Alrededor todo estaba ardiendo en una cruel guerra donde nada parecía tener fin o inicio, no sabía quien inició la batalla o si ellas son de las buenas.

Desperté sintiendo una presión en el pecho como si algo malo estuviera a punto de ocurrir, solo deseo que sea un tonto pensamiento de mi parte.

Cuando salgo de la cocina -tras lavar los platos del desayuno- con Angela tomando mi mano nos encontramos con mamá portando una sonrisa de completa felicidad, ensoñadora.

—Veo que alguien amaneció super contenta— la veo dejar su bolso en la mesilla.

Los cuatro meses de embarazo haciendo verla radiante, llena de vida y con una dulzura encantadora.

—Acabo de ver al doctor— muerde su labio tratando de ocultar su emoción—Ya me dijo el sexo...

—¿Qué es? ¿Otra niña a la que llevar por el lado oscuro? ¿Un niño mocoso al que molestar cuando ande puberto?— pregunto esperando la respuesta con mucha emoción.

—Ninguna de las dos— responde con el ceño relajado.

—Entonces... ¿Qué es? ¿Un dinosaurio?— digo tratando de encontrar algo lógico a su respuesta.

Ella solo se encoge de hombros caminando a la cocina donde toma un vaso de agua.

—Lo sabrán...— enarca una de sus cejas—Luego de que se lo diga a tu padre.

Deja un beso en mi mejilla antes de marcharse a su habitación con una sonrisa triunfal.

Todo parece una conspiración en este hogar.

[...]

La tarde transcurre con la misma normalidad y lentitud de siempre, aburriéndome de sobremanera como cada día. Aunque tuve algo nuevo en que pensar, esa misteriosa mujer que me visitó y la información que posee.

Me exijo dejar esos pensamientos de lado al tiempo que decido tocar la puerta de Xen. La escucho murmurar algo del otro lado, la espero paciente.

Cambio de opinión decidiendo tocar una vez más cuando siento que ya tarda demasiado.

—¡Un segundo! Espera... ¿Quién es?— habla más cerca.

—Haris. ¡Dhaa!— niego porque hace unas horas quedamos en que vendría.

Su risa llega a mis oídos antes de que abra la puerta. La veo correr al baño sosteniendo una diminuta toalla, mantengo mi vista por donde se marchó.

Las Hijas De Los Tres Grandes (DDA #1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora