Un mundo nuevo {FLASHBACK I}

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Unos días atrás

Ladybug estaba cansada, tanto que tuvo que detenerse un momento, escondiéndose detrás de un arbusto. Chat Noir, sin embargo, seguía peleando con todas sus fuerzas, como si estuviera más vivo que nunca.

Ese akuma era el más fuerte jamás creado alguna vez por Hawk Moth. Se trataba de una joven extranjera que había sufrido discriminación por parte de un vendedor ambulante porque su francés no era "lo suficientemente bueno", cosa que despertó en la foránea una sensación de amargura y odio, justo lo necesario para ser víctima de un akuma.

Ahora, iba por las calles de París convirtiendo a la gente en hablantes de otros idiomas. Si ella no hablaba francés, nadie en París lo haría.

Era agresiva, fuerte, veloz. Solo bastaron un par de minutos para que Ladybug regresara a la batalla, usando finalmente su amuleto encantado para, con una curiosa y graciosa pala, arrebatararle el diccionario multiligüe con el que le cambiaba la lengua materna a todo con quien ella se encontrara.

Chat Noir usó su cataclismo, el akuma entró en el yoyo mágico de Ladybug y finalmente, la chica volvió a la normalidad.

No fue hasta que los héroes estaban celebrando la victoria que Ladybug se percató de que algo andaba mal. Le temblaban las piernas, le costaba respirar, y lo peor de todo es que sus ánimos, de repente, estaban por los suelos.

Ladybug y su fiel compañero gatuno huyeron a diferentes lugares para regresar a su forma de civiles. Una vez Marinette regresó a la vida normal, extendió las manos, agarrando a Tikki quien no tenía fuerzas para volar.

—¡Tikki!— gritó Marinette, admirando como su kwami, pequeña e indefensa, comenzaba a perder la consciencia.

—Marinette...— susurró la diminuta criatura roja, finamente perdiendo el conocimiento

—Ay, no, ¿ahora qué pasó?— Marinette, desesperada, miró a todos lados. Guardó a Tikki en su diminuto bolsillo y corrió con todas sus fuerzas hacia la casa del maestro Fu. Conocía su ubicación, no estaba tan lejos.

Se apresuró, tropezando incluso un par de veces por las calles. Una vez vio el lugar, pegó el bolsillo donde resguardaba a su fiel amiga sobrenatural a su pecho y rogó que todo estuviera bien.

Tocó la puerta con desesperación, para luego dejar ver al maestro Fu, quien sorprendido por la circunstancia, le abrió y la dejó pasar hasta la parte más privada de su hogar, donde resguardaba todo lo relacionado con los fabulosos miráculos.

—Maestro Fu— Marinette se arrodillaba, dejando salir a Tikki de su escondite —Algo le pasa, está débil, incluso yo me sentí débil cuando estaba peleando...—

El Maestro Fu tomó aire por la boca con sorpresa, para después correr hacia sus ramas especiales y caldero, cual por suerte estaba caliente.

—Tikki es el kwami de la creación— explicaba el Maestro Fu, sin dejar de hacer su poción —Pero... algo la está destruyendo. Nunca la había visto así de cansada, temo que necesita... habilidades nuevas—

Marinette parpadeó confundidad.

—¿Cómo... de algún elemento o algo así?— preguntaba la adolescente con notables nervios. Era la primera vez en años y años de lucha que veía así a su kwami.

—No...— el maestro Fu la miró con miedo —Estoy confundido, a decir verdad. ¿El akuma te atacó?—

—Muchas veces—

—¿Era un chico o una chica?—

—Una chica—

—... Maldición...—

Marinette ladeó la cabeza, esperando que continuara

—Las chicas y los chicos, cuando tienen cierta edad, pueden crear vida— hablaba el anciano —Tikki es el kwami de la creación. A diferencia de los chicos, las chicas humanas y algunos animales pueden resguardar vida en su vientre hasta que nacen sus crías...—

—Maestro Fu, no entiendo qué está queriendo decir—

—Quiero decir que sin creación, no hay vida. Marinette, ¿cómo estás tú de salud?—

Marinette alzó ambas cejas con sorpresa. Había algo que consideraba privado, algo que no le había comentado a Alya siquiera, sino que solo se lo guardaba para ella y para sus padres.

—Estoy bien, aunque... Desde que cumplí 16 años he tenido algunos problemas con mis ovarios— explicó —No me preocupa mucho, no es nada grave—

—Marinette, ¿la chica con la que peleaste estaba embarazada?—

Silencio

—No me pareció que lo estuviera—

—Ese es el problema— suspiró el Maestro Fu, terminando de hacer la poción —Tikki tiene habilidades extraordinarias, como cualquier otro kwami de su categoría. Ella siente y sabe cosas que los humanos no podemos percibir. Tengo la teoría de que... quizá la pelea terminó con la fertilidad de la chica con la que pelearon tú y Chat Noir—

—¡Imposible!— exclamaba la adolescente —¡La magia de Ladybug trae todo a la normalidad!—

—No todo, Marinette— suspiraba el viejo hombre —Si fuera así, sería como regresar el tiempo, pero el tiempo no regresa. Vivmos en un presente, el futuro siempre llega, pero el pasado se congela. Temo decirlo... ¿Chat Noir golpeó a la chica cuando estaba akumatizada?—

—Sí—

—Entonces lo que pienso es cierto. Quizás la chica estaba tan enferma como tú, pero... quizás fueron tantos golpes que ninguno de ellos pudo remedirse con la magia de Ladybug. Lo que te intento decir, Marinette, es que aunque Tikki sea de los kwamis más fuertes y poderosos, no tiene el control de todo y, bueno... Es parte de Tikki asegurarse que todo se cree. La vida, la paz, la diplomacia, pero si Chat Noir destruyó la única forma de creación natural de esa chica en su forma de akuma, entonces Chat Noir habrá atacado a Tikki indirectamente—

—Eso no tiene sentido, Maestro Fu—

—Sí lo tiene, pero no lo entiendes. Si la chica perdió su fertilidad a manos de ustedes... entonces Tikki falló en la creación. No somos responsables de destruir o crear cosas, Marinette, pero si fue a manos de ella y de Plagg, entonces sí tiene responsabilidad—

Finalmente, el Maestro Fu le extendió la pócima a la chica de cabello negro.

—Tómatelo— dijo él —Esto te dará fuerza y salud. Si tomas esto, tus problemas hormonales se solucionarán, creo... Necesitamos una Ladybug sana, Tikki necesita que su portadora esté sana para superar esto—

—¿Me está diciendo que todo esto se debe a que Ladybug y Chat Noir por error alteramos la capacidad de tener hijos de la akumatizada?—

—Sí—

Marinette comenzaba a entender. Sin más, tomó la bebida brillante entre sus manos, miró a Tikki y lo bebió.

El mundo comenzó a dar vueltas, o eso parecía. Su respiración se cortó unos segundos que parecían eternos, y de pronto, ahora fue ella quien se desmayó.

... ¿O deberíamos llamarlo "él"?

El Maestro Fu cubrió su boca con sus manos arrugadas. Después miró el caldero. Definitivamente no había sido buena idea hablar tanto mientras hacía magia. Había sido un error, uno... terrible.

Delante de él, un varón desmayado.

—Mierda— dijo en su fino francés.

À l'inverse ; Male!Marinette  {Chloenette} {MLB}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora