Cada uno de los recuerdos junto a Jungkook pasaban por mi mente cada segundo. Ninguna droga hacía efecto ya, él realmente no salía de mi mente.
Mis lágrimas recorrían mis mejillas mientras miraba la pantalla de mi celular ; La famosa artista Kang Seulgi se casará con el bailarín y pintor Jeon Jungkook.
Tan solo tres meses habían pasado desde el día que él y yo hablamos por última vez, recuerdo cada una de sus palabras : Te amo y eres lo más importante en mi vida, pero conocí a alguien más. No podemos seguir, lo siento mucho.
Mi corazón se hizo pedazos ese día, lloré, grité y bebí alcohol hasta olvidar todo. Él me había hecho pedazos, mis ganas de vivir se habían ido con Jeon Jungkook.
Estaba viva porque no podía morir.Recuerdo la primera vez que consumí drogas, se mantuvo fuera de mi mente durante varias horas y no me pude sentir más aliviada.
Todos los días, a todas horas, quería mantenerlo fuera de mi mente. Así que consumía drogas cada vez más seguido. Jennie me intentaba mantener alejada de todo eso, me visitaba todos los días.
Dejó de hacerlo cuando se dio cuenta que no podía cambiar nada de lo que estaba ocurriendo.Mi celular estaba inundado de llamadas de Taehyung, mensajes rogando por una respuesta. No tenía las fuerzas suficientes para poder si quiera responder.
Me levanté del frío suelo, tambaleándome de un lado a otro, todo a mi paso era de mil colores, todo me daba vueltas y yo solo reía. No era cualquier risa, reía para no sentir dolor y olvidar que el amor de mi vida se casaría con alguien más. Cumpliría nuestro sueño con alguien más.
Ahora mismo el está sonriendo junto a ella, ahora mismo otra mujer lo está abrazando, alguien está abrazando y amando al amor de mi vida. Alguien lo está haciendo feliz y esa no soy yo.
Sólo espero y deseo tanto que lo haga feliz, que lo abrace fuerte y le demuestre cuanto lo ama. Que sepa que cuando se acuesta sobre tu pecho es para escuchar los latidos de tu corazón y así poder saber que estás viva y no eres una ilusión.
–¡Eun Tak! –la voz entre risas de Jeon hizo que comenzará a correr más sobre el pasto. Podía sentir el aire pegar sobre mi rostro mientras soltaba pequeñas risitas como si de una niña se tratara. No tardó más de 2 minutos en atraparme. Me tomó por la cintura y me jalo hacia su cuerpo, abrazándome con sus dos brazos. Evitando que volviera a correr:– Deja de escaparte, pequeño algodoncito. –comenzó a dejar besos sobre mi mejilla.–
–Me gusta saber que siempre me atraparás y me mantendrás a tu lado sin importar qué. –sonreí amplio mientras jugaba con sus manos.
–Toda la vida te mantendré a mi lado. Estaremos juntos hasta la eternidad sin importar qué. –susurró cerca de mi oído.
Grité. Grité que odiaba a Jeon Jungkook.
Pero muy en el fondo sabía que no lo odiaba, me odiaba a mi y en lo que me había convertido. Me acerqué al espejo del baño mirando las grandes ojeras que formaban debajo de mis ojos, mi cabello estaba hecho un desastre, y los huesos de mi cara se podían notar.
No me importó nada.
Tomé una chaqueta y una gorra color negro, como pude me arreglé un poco y salí de casa.
Era imposible que las lágrimas no salieran por si solas. Caminé por horas de eso estaba segura, con un cigarrillo en la mano y llorando sin poder parar. Terminaría con esto, no podía seguir más así.
Escribí un mensaje para todos mis amigos, agradeciendo todo lo que hicieron por mi y el tiempo que estuvieron conmigo.El efecto de las drogas aún no bajaba, veía a Jeon por todos lados, su cara estaba en cada persona que se apareciera en mi camino.
Y llegué al río han.
Sentía la brisa golpear mi cara, la luz de la luna se reflejaba en el gran río. Sonreí un poco sentándome en la fría acera. Lloré y lloré hasta más no poder, lloré hasta tener espasmos de llanto y sentir que la vida se me iba en cada respirar.
Pero todo dolor desapareció al escuchar aquella voz.
–¿Cómo estás, Eun Tak? –aquella figura masculina se sentó a mi lado, poniendo sus manos sobre sus rodillas.
Sin pensarlo un poco, respondí :
–Drogada todo el tiempo para mantenerte fuera de mi mente. –reí irónicamente y lo miré. El dolor desapareció en cuanto mis ojos hicieron contacto con los suyos, olvidé todo lo que estaba pasando a mi alrededor. Olvidé lo que estaba apunto de hacer.
Ni siquiera tuve el tiempo de reaccionar cuando él ya me estaba abrazando, abrazándome con tanta fuerza, como si fuera la última vez que lo haría.
Fue imposible no abrazarlo de la misma manera, lloré una vez más. Sin decir nada, dejando que mis lágrimas cayeran por mi rostro, llorando como si le quitaran su peluche favorito a un bebé. No quería soltarlo, esta vez no quería dejarlo ir.–No quiero casarme, quiero quedarme contigo para toda la eternidad. Tú eres el amor de mi vida. –los sollozos de Jeon solo rompieron aún más mi corazón:– Terminemos con esto por favor, seamos felices en otro lugar. Te amo, Eun Tak. No quiero dejarte, quiero morir junto a ti.
–Te amo, Jeon Jungkook. –susurre en su oído.
Se separó un poco de mi y depositó un pequeño beso en mis labios, un beso que me reinició la vida. Juntó su frente con la mía, susurrando algo. Sin dudarlo un segundo asentí varias veces.
...
"La pareja de jóvenes que se suicidó en el río han, fue encontrada. Se trata del famoso bailarín y pintor Jeon Jungkook, junto a una chica identificada como Ji Eun Tak."
–Deseo de todo corazón que sean felices en su próxima vida. Deseo que vivan su amor como nunca pudieron vivirlo. Yo Kim Taehyung viviré para contarle al mundo el amor que ustedes dos se tenían. –se formó una sonrisa en mis labios. Dejé dos rosas sobre la tumba de ambos chicos, una imagen de ellos dos adornaba el lugar. Sonriendo juntos, siendo felices como siempre debieron serlo:– Te extrañaré tanto mi pequeña Eun Tak. Sé feliz en tu próxima vida por favor.
FIN.