El laberinto

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Características del cuento (No es recomendable que no la leas, es importante):

Bueno volví, y esta vez mucho mas experimentada, como dije estos cuentos son para que yo pueda experimentar, otras categorías de la escritura. Y este cuento es específicamente de terror solo de terror. Espero que le saque un escalofrió y les guste también.

Besos.

Muri.

Ella dormía cómodamente en su propia cama, no sabia si era por sus suspiros o por sus movimientos pesados que era que tenia una pesadilla. Ella en si soñaba que estaba en un labirinto sin final, que nunca sabía si podría acabarse. El laberinto era como una profunda oscuridad que estaba todo lleno de ramas secas, con flores marchitadas como si fuera alguien en su paso y destruyera toda la belleza de la naturaleza.

Valencia, todavía muy asustada, no sabía qué hacer, pero su curiosidad podía con su miedo, así que igual iba a llegar el final del camino oscuro. Cada paso que daba se hacía cada vez más oscuro el día. Sentía que nunca mas iba llegar.

E igual, en el laberinto no iba a ser fácil como pensaba ella, cuando llego un punto donde tenia que elegir un camino si izquierda o derecha, no dudo en ir por la izquierda, lo que no se espero es que se iba encontrar con una señora bastante anciana por el aspecto que tenía en sí, Valencia muy dudosa se acerco un poco mas a la señora que estaba de espalda de ella, y fue ahí que la anciana se dio vuelta.

Valencia se asusto de inmediato, la señora anciana le faltaba toda la piel de la cara. Le saltaban los ojos grandes grises, pero en si estaban demasiado rojos. Toda la cara, las mejillas, la frente, la boca se veían los músculos demacrados y todas las venas salientes.

La señora la señalo y dijo algo como un murmullo. Pero Valencia estaba tan asustada que salió rápido de su camino y volvió al principio donde tenia que elegir dos caminos.

Esta vez opto por ir a la derecha, iba tan aterrada por el encuentro de aquella anciana sin la piel de su cara, que miraba tan expectante si iba encontrarse con algo mas aterrador.

Estaba caminando muy sigilosamente escucho alguna romperse atrás de ella. Le dio muchísimo miedo que se dio vuelta de inmediato, pero no vio nada ya que la oscuridad tapaba todo su camino de vuelta.

Valencia seguía tratando de ver, mientras atrás de ella escuchaba como sonidos de una aguja de un reloj. No quiso darse vuelta, demasiado miedo contenía y su valentía no bastaba para poder ver lo que tenía atrás de ella.

Pero hasta que no pudo mas y se dio vuelta, al inmediato ella supo que fue una mala decisión.

Lo que vio fue un muñeco que en su aspecto tenia vestido como un payaso, la miraba expectante con una sonrisa muy macabra, en la mano del muñeco payaso tenia un reloj de los antiguos muy desgastado.

Valencia no se podía ni mover del susto que tenía, hasta que el muñeco hizo dio una carcajada bastante fuerte acercándose a ella. Entonces ella reacciono inmediato y empezó a correr derecho, tratado de esquivar al payaso macabro de miedo.

Ella corrió y corrió, hasta que sus piernas y sus propios pulmones no pudieran más. Al llegar algún lugar del labirinto donde ella corrió, se encontró ahora con tres caminos diferentes.

Ahora era izquierda, derecha y el medio. Respecto lo que había sucedido encontrándose con cosas horribles en los caminos de la izquierda y la derecha, esta vez opto por ir en el camino del medio. Y esta vez Valencia sentía que ya pronto iba a llegar al camino final del este laberinto oscuro de la pesadilla.

Valencia caminaba y seguía caminando. Todavía no se había encontrado con nada de lo terrorífico, pero todavía el camino seguía siendo cada vez mucho más oscuro y terrorífico.

Ella, Valencia mientras estaba mirando todo muy atento, se dio cuenta que al final del laberinto se estaba iluminando con un poco de luz, también estaba como las flores marchitas que estaban ahí en la oscuridad, ahí en el final estaban todas rejuvenecidas, incluyendo también las ramas.

Se veía todo tan bonito en el final, que Valencia pasándola tan mal por el camino por la oscuridad. Corrió con todas sus fuerzas, para así poder llegar al final, y así poder acabar con todo ese sufrimiento que estaba sintiendo.

Mientras ella mas se acercaba se veía mucho mejor el final, se veía mas resplandeciente, y mas calmado que todo el camino restante nunca le había mostrado.

A Valencia faltaba solo dos pasos de llegar a ese hermoso final, hasta que todo eso lindo que había visto, toda esa paz que había sentido al verlo. Todo se desvaneció.

Al ver como todo se desvanecía y ver como se volvía igual de horrible que el laberinto, empezó a asustarse cada vez más, ya que mientras todo se volvía mas oscuro. Empezó a acercarse una sombra, pero esta vez no era una anciana sin la piel de su cara o tampoco era un muñeco payaso terrorífico. Esta vez era algo mucho más horrible y terrorífico.

Era una persona, mejor dicho, una mujer. Era alta, manos largas, cuello super alto, su cuerpo era demasiado escuálido, su sonrisa era sin dientes, ojos muy negros y su piel color blanco igual que una porcelana. Todo de aquella mujer era demasiado horrible.

Valencia se asustaba cada vez peor, cuando aquella mujer se empezaba acercar mas a ella. No podía ni moverse del miedo que tenía, no sabía cómo reaccionar. Hasta que se dio cuenta, cuando la mujer se acercaba mas a ella, la miraba y sentía algún parentesco con alguien que había visto.

Hasta que la tuvo enfrente se dio cuenta que era en si ella, pero obviamente en forma mas horrible y terrorífica. Ahí se dio cuenta Valencia que tuvo que correr y no parar nunca más.

Pero mientras más corría no veía nada del camino, no sabía hasta donde podía dirigirse, pero tenia que intentarlo hasta que no pueda más.

Mientras la otra mujer con aspecto terrorífico caminaba atrás de Valencia tratando de alcanzarla con sus pasos, como si las corridas de ella no valieran nada ya que no había escapatoria, la mujer horrible que estaba atrás de ella, lanzo su mano para atraparla, pero fue justo ahí que Valencia se despertó de ese horrible sueño.

Estaba en su habitación sola, todo oscuro, no veía nada, pero entraba la luz de la luna en la pequeña habitación que tenia ella, mientras Valencia se mentalizaba con todo lo que había visto y sucedido en el sueño horripilante que tenía, se dio cuenta de que, lo que mas temía en la vida, era ella, pero con un aspecto horrible.

Pero mentalizo que todo lo había visto, todo aquello que lo aterraba solo era parte de una pesadilla y que no tenía que seguir teniéndole miedo.

Entonces Valencia, quiso irse devuelta dormir, se reacomodo devuelta en su cama, y trato de respirar profundo para así volver a su estado normal de respiración. Se seguía metalizando de que nada era real y que todo lo imagino estaba solo en su mente.

Hasta que escucho un par de ruidos extraños, lo primero de lo que había oído eran como susurros de una señora que no se lograba entender demasiado bien, después de aquello se escucho romperse una rama que eso la hizo abrir los ojos de inmediato, trato de ver lo que sucedía en su habitación, pero no lograba ver nada. Devuelta se mentalizo que todo estaba en su cabeza, hasta que escucho algo más terrorífico.

Había escuchado devuelta la risa macabra de aquel muñeco payaso del que había visto en su mismo sueño. Pero esta vez no había logrado ver nada.

Hasta que ve algo espantoso para ella. Era Valencia, pero como en su sueño, era horrible, terrorífica y daba demasiado miedo. Y estaba vez si venia a por ella.

Y ahí se dio cuenta Valencia de lo que estaba sucediendo, era su final del laberinto.

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¡¡¡Buenas!!!

Espero que lo hayan disfrutado, este cuento como dije, lo invente recién ahora con toda esta cuarentena que hay.

Les deseo a todas y todos que estén bien.

Besos.

Muri.

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