•Perdido En Tus Ojos• LS.

LI

Capítulo 51.

Ver llorar a Louis definitivamente era algo que nunca entraría en su lista de cosas que apreciaba ver, pero no había nada que pudiera hacer para evitarlo.

Cuando el castaño se dió cuenta que no estaba soñando, y ya no estaba en ese horrible lugar, no dijo ni una palabra más y se puso a llorar. Lo vió pellizcar su brazo disimuladamente más veces de las que hubiera querido.

El doctor dijo que le enviaría ayuda psicológica, antes de que el castaño lograra desarrollar un transtorno de estrés postraumático; esa fue la razón por la que ahora caminaba al lado de Niall hacia la cafetería del hospital, pues la psicóloga les había pedido un tiempo a solas con el ojiazul.

—No debí de dejar a Louis solo, se lo prometí y es lo primero que hice, creo que voy a regresar a confirmar que esté bien —. Se detuvo a mitad del corredor por segunda vez.

Niall jadeó con enfado.
—Louis está bien, Harry. Dios. Creo que le diré a la psicóloga que también hable contigo —. Resopló —Ahora vamos, esto es importante —. Lo jaló por la muñeca.

El irlandés se encargó de poner un desayuno frente a él, y le tendió un tenedor de plástico.

—Yo... no como tocino —. Murmuró, apenado.

Niall los sacó de su plato sin preguntar, poniéndolos en el suyo casi con gusto.
—Ahora come, no te has alimentado bien desde que llegué a Francia —.

Ni siquiera tenía hambre, lo único que deseaba era tener a Louis a su lado.

—¿Qué pasó con Zayn y Liam? —.

—Zayn dijo que iría a buscar a Liam porque quería estar con él. Desde que nos dijeron que son pareja, ya no tienen vergüenza —. Bufó, picando su desayuno.

Harry sonrió. Él se había enterado de la relación por medio de Louis, mucho antes de que Niall supiera y lo gritara a los cuatro vientos en uno de los FaceTime que habían tenido.

—Liam dijo que tú te estás viendo con una chica... —. Comenzó, intentando no pensar mucho en su novio —¿Lo estás? —.

El irlandés detuvo sus movimientos por un segundo, su mirada no salió de su plato en ningún momento.
—Eh... bueno, creo que estoy saliendo con alguien —. Murmuró.

—¿Crees? —.

Él se escogió ligeramente de hombros.
—Ha sido uno de mis amores platónicos desde hace un tiempo... pero creo que estamos por dar el siguiente paso —. Una corriente eléctrica lo recorrió completo —¿Sabés?... Hace que amar sea divertido, nunca pensé que eso fuera posible. Siempre miro en las películas y leo en los libros que amar requiere sacrificio y entrega, que sientes un impulso intenso de consumir a esa persona de cualquier manera posible, pero... —. Una sonrisa se escapó de sus labios —Lo nuestro no es así, se siente diferente, cuando estamos juntos no pienso en nada más que estar a su lado y reír mientras tomamos champaña —.

Harry lo miró con pura felicidad, algo sorprendido también.
—Vaya, un amor correspondido. Me alegro por ti —. Le sonrió —¿Y quién es? ¿La conócemos? —.

Él borró su sonrisa y resopló.
—No es de mí de quién quiero hablar, es de Louis y tú, ¡Estaba abrazado de ti en la noche! —. Sacó su celular y buscó la foto que había tomado —Mira aquí —.

—¡Niall! —. Jadeó con sorpresa, arrebatandole el celular de las manos para apreciarla mejor —Tienes que enviármela —. Le pidió, sintiendo su corazón tibio de repente.

El irlandés le quitó de vuelta su celular, provocando que Harry se quejara.
—Te la enviaré después de que me digas que ha pasado aquí en París exactamente —.