— ¡No! — era lo que gritaba el azabache de tez morena, una y otra vez, cada grito era desgarrador.
Las personas alrededor ante la terrible escena, mostraban tristeza y dolor.
— No te vallas; no me dejes — decía desesperado aferrado al cuerpo de la mujer entre sus brazos — No tú, tú ¡No! — la acercó más a él, quería sentir su calor como siempre pero ella estaba fría.
No lo aceptaría, jamás, no podría soportar de nuevo ese dolor de perder lo más importante en su vida. Ella era su luz, siempre con su risa y apoyándolo en cada momento.
— Debí de haber sido yo — dijo el de ojos rojos
— Estoy de acuerdo en eso — hablo de forma sería y dolida el de cabellos platinados
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Horas antes...
— Vamos Papá regresa a la aldea — suplico dolida la pequeña azabache, moviendo sus lentes
— ¡Sasuke!!!! — grito el rubio ya enfadado — ¿Qué te sucede? Estás idiota o qué. Tienes a Sakura y Sarada ¿Qué ganas llendote de nuevo?
— Te he dicho que no te metieras, tengo que resolver esto — respondió secamente
— Sé que no la quieres — hablo el peli blanco — Pero ella te salvó la vida en una ocasión, además es su esposa aunque te duela — sugirió a su lado — Solo llámala es la única que puede convencerlo — susurro para tomarla de la mano
— No creo que pueda, sabes lo que dijo; solo quería restablecer su clan — protesto colocándose sus lentes y soltandolo bruscamente
— Tienes que dejarlo ir, sabes bien que no es para ti — la miro fijamente — Por favor, me tienes a mi — puso sus manos en las mejillas de la pelirroja
— Pero ... Yo — la interrumpió colocando su frente con la de ella
— Si en verdad lo quieres, tienes que dejarlo ir — le dijo el ojo morado — Retira las cadenas de chakra
—Me odiará por esto — dijo asustada
— No estás sola, además no fue idea tuya; sé muy bien que esa serpiente te obligó y también sé que el de allá no es nuestro Sasuke — alego firme
Las cadenas de chakra se retiraron de la mujer en el suelo y poco a poco fue recobrando la cordura
— Sasuke — fue lo primero que dijo despertando de golpe
Miro a su alrededor
— JA! —dice al mirarla de pies a cabeza — Esa es su salvación, la alumna de Tsunade — burlándose agrego — Es solo una ninja médico inútil igual que su maestra
La mujer no se inmutó ante lo dicho, a ella no le importaba nada más que no fuese su esposo
— La enfermera Sakura~ — cito — ¿Que harás? Vas a curarlo para que siga destruyendo a la aldea
