Relatos a través de música

Overlevende (segunda parte)

—Yo recuerdo que nos encontramos fuera del edificio con tus padres para ir a comer todos juntos, tomarnos un tiempito para alguna charla o algo. Luego de caminar unas cinco cuadras pasamos frente a la camioneta blanca pero claramente no nos llamó la atención para nada, incluso cuando les dije que me esperaran porque había olvidado el celular en el trabajo ellos se quedaron ahí. —Vi una solitaria lágrima deslizarse por su pecosa mejilla— Si yo no no lo había olvidado ellos- ellos estarían vivos. —Mi tía lamió sus labios ansiosa por la culpa que cargaba. Negué con la cabeza, pero ella abrió la boca para seguir hablando—. Solo sentí el lejano sonido de un estallido, tanto que el humo había alanzado llegar hasta mi trabajo y la onda romper varias ventanas de vidrio del edificio, por suerte yo no tuve ninguna consecuencia pero- pero cuando llegué ambos estaban muy mal. —Largó un suspiro— tú madre había perdido la vida, pero él aun no, corrí como pude hasta la camilla ignorando a los bomberos y policías del lugar. Tomé la cabeza de tu padre y le rogué que viviera, pero él tan solo pronunció tu nombre antes de morir. Quizás supo que tan solo tú sobrevivirías de la familia. —Eso fue como un balde de agua helada para mí.

Anders Behring Breivik, te odio tanto maldito asesino.

Recuerdo la vez que las ganas de enviarle una carta confesándole lo mucho que lo odiaba me invadió, pero me arrepentí al tiempo, ese monstruo no merecía más atención de la que ya tenía. Mucho menos la satisfacción de saber todo el daño que nos había causado. No, lo justo para él era la muerte, la tortura, el dolor, eso era lo que un maldito como Breivik merecía.

Me lancé sobre mi tía quien me recibió con los brazos abiertos. Me pegué tanto como pude a su cuerpo para desvanecer aquel horrible sentimiento de miedo, de sentir que de a poco me desvanecía, que desaparecería sin dejar rastro y la soledad me abrumaría completamente.

No estoy bien, para nada bien.

Necesito despertar y tener los gritos de mi familia en casa, ya no me importa que me pasen molestando, no me interesa si mi padre se la pasaba en esas juntas de trabajo, no me interesaba nada de eso. Solo los pedía de vuelta, por favor que vuelvan porque me estaba muriendo lento y dolorosamente, y yo no podía seguir, no así. Me estaba rompiendo mucho más el corazón de lo que las balas perforaron en mi cuerpo, tuve que morir también.

Mis sollozos se mezclaron con los de mi tía, quien me sostenía con fuerza contra ella obligándose a creer que yo aún estaba ahí, que no era su imaginación. Mordí mi labio inferior con el difícil objetivo de frenar los jadeos que mi irregular respiración creaban. Me aferré a su camiseta con fuerza, no estás solo, Ansgar. Pero en realidad, yo no creía eso.

Si nunca despierto, tal vez esté bien, ya no quiero llorar porque estoy tratando de luchar. Traté de ser la persona que antes era, pero ya no queda nada de eso. Estoy tan muerto por dentro. Mi vida fue completamente robada y no sé cómo lo estoy enfrentando, eso esta tan grabado en mi cabeza que no lo puedo olvidar, siempre pienso que estaría mejor en el cementerio.

Me dijeron que era valiente, esperanza porque aún seguía de pie, que gracias a mi muchos entendieron lo que vale en la vida pero ¿Qué es lo que realmente ven en mí? Estoy tan roto, tan muerto por dentro. Eres un ejemplo de superación, ¿a qué se refieren? Si no dejo de llorar por las noches, si este sentimiento me duele tanto que me está matando, si no he logrado ser la persona que era, si no dejo de recordar su rostro al dispararme, si no salgo de mi casa, si casi no como, no hablo, solo recuerdo, sueño, escucho todavía el sonido del rifle detrás de mí. Yo estoy completamente muerto en vida. Pero las personas que lastimaban no eran capaces de sentir, de saber siquiera de lo que lograban herir a los demás con sus acciones, con las discriminaciones y locuras que cometían en contra de la sociedad. Ellos no sentían, no se hacían ni la mínima idea de lo que lastimaban a los otros con su estúpido e incomprensible odio sobre las otras creencias, pensamientos.