Tengo 17...
Me queda exactamente un año para disfrutar de la vida de un adolescente, 365 días (empezando hoy) para hacer locuras y culpar a la pubertad; después de esto, seré un adulto y mi infancia y adolescencia quedará atrás; y es solo que la diferencia entre ser un “niño" y ser un “joven” no está estrictamente marcada, no hay edad determinada. Pero, un adulto? A los 18 te conviertes en uno (al menos en mi país), es entonces cuando estaré destinada a comportarme como tal, usar ropa "más seria", hablar apropiadamente y ni hablar de…. mierda! no quiero esto! quiero ser un niña otra vez, jugar en el patio con mis muñecas y ponerles vestiditos, dar brincos al caminar por los pasillos del supermercado, llenar mi boca al comer chocolate sin preocuparme por si voy a engordar, brincar en los charcos de lluvia sin importar si estoy usando un pantalón claro, que mi mamá me arrope al anochecer, que deje un beso en mi frente y descansar profundamente sin preocuparme por el día siguiente.
Es irónico que cuando somo pequeños jugamos a ser adultos, con el carrito de las compras, el bebé y su mamila, los trastecitos de la comida y demás. Y cuando llega el momento, lo único que pienso es...
Quiero mi infancia de vuelta.
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One shots ·Daily life·
Teen FictionPequeños ataques de inspiración, pedacitos de la vida diaria que quiero compartir con ustedes :)