Bad Ending

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Despertar solitario junto a un espacio vacío al lado izquierdo de su cama, normal. No escuchar el móvil timbrar temprano lo hacía poner ansioso, pero para que lo necesitaba si ya no había que despertar a las cinco de la mañana en punto?

Se sentó en su cama y giro un poco para alcanzar el arma que tenía guardada en su mesa de noche, la saco y desfundo, la cargo pero escucho el sonido vacío. Con algo de esperanza se lo coloco en su cabeza y como siempre...no funcionó.

Todos los días intentaba eso, matarse pues no tenía ya sentido su vida, Volkov ya no lo amaba, Conway Lo torturó para nada, Leonidas dejo de hacer sus bromas junto a el y escapaba, Diego lo vio con los ojos llorosos el último día y Louis quiso dejar la placa.

Soyla, la perrita de Lamar entro a su habitación corriendo alegre, trato de subir a su cama y al no lograrlo empezó a ladrar.

Guardo nuevamente el arma más no le puso la funda, cerró el cajón y miro con tristeza al perro.

Todo le pasaba por tener un corazón grande, que amaba a todos y todas sin un porque. Recordó a Horacio, el buen chico que ahora había superado a su ex-novio, Volkov.

Deseaba ser como el, olvidar la traición de su compañero de vida e irse feliz con otras personas.

Acarició al pug con delicadeza empezando a levantarse de la cama, dejo la cama desarreglada y fue a la cocina, saludo a las cámaras del lugar y procedio a buscar comida en las repisas dándose cuenta que ya no había nada, suspiro.

Volvio a su habitación y tomo el móvil, entro a llamadas y presionó el contacto de Conway.

Luego de cuatro tonos contesto.

-Buenos días, Superintendente Jack Conway- saludo como este le había obligado a decir- necesito algo de comida, ya no hay y muero de hambre.

-¿Cómo no vas a morir de hambre si te haz dormido dos putos días, retrasas la maldita investigación de mierda?- con el paso del tiempo las palabras del ex-marine se alteraban, poniéndolo incómodo- Sal, hoy no hay ningún agente que pueda ir a por tu comida. Recuerda que aún tienes el localizador.

Antes de poder decir algo más, Conway corto la llamada abruptamente. Tiró su teléfono con fuerza a la pared, vio como está caí rápidamente y acto seguido fue a ver el estado del móvil, la pantalla doblada... inservible, como el.

Camino hacia su armario y saco un pantalón de mezcilla oscuro junto a su chaqueta que recién había comprado que tambien era de mezcilla celeste la cual se coloco encima de su camisa blanca, también uso unos tenis blancos.

Abrió su cajón de la mesa de noche y retiro el arma, guardando la en la parte inferior de su espalda.

Tomo la correa del perro que se hallaba al lado de la puerta para salir a la calle, se la colocó a Soyla y salió junto con un par de euros que encontró por ahí.

El camino le era abrumador, recorría lugares que le recordaban a Lamar y a Volkov.

Considero siempre a Lamar como su hijo y al verlo en federal, con los ojos llorosos contando de que encontraron a Rosas colgado, quiso ir a abrazarlo y decirle que todo pasaría, comprarle otro perrito y contarle sus anécdotas para que lo logré superar.

Lástima que Lamar solo lo vio como un escalón más para alcanzar lo malo.

Se sentó en un banco que estaba en el parque de paleto, aún faltaba un poco para llegar a un badulaque.

- Y Volkov, me gustaría verlo muerto ahora sí...- suspiro, dejando de sostener la correa del perro y ver a este salir corriendo, sabía que regresaría por lo que no se preocupo.

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